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Kais Saied, presidente de Túnez

Kais Saied, presidente de TúnezAFP

Túnez aprobará su nueva Constitución con niveles récord de abstención

Menos del 30% del país se presentó a votar por un referéndum que ampliará los poderes de su presidente hasta niveles casi ilimitados

Kais Saied, presidente tunecino, celebra ya una victoria que parece avecinarse: el pueblo votará para aprobar una nueva Constitución que ampliará su poder político hasta llegar a niveles casi ilimitados. Saied se presentó frente a una multitud de sus seguidores que, entusiasmados, aplaudían un resultado que aún no es oficial.

Las encuestas a pie de urna indicaron que un 90% de aquellos que votaron, lo hicieron a favor del plan del presidente. Sin, la abstención batió récords; según la BBC británica, menos de un 30% de la población de Túnez votó, y los partidos de la oposición boicotearon el referéndum.

Saied afirmó que la participación, anunciada por la comisión electoral del país, habría sido mayor si la votación hubiera tenido lugar durante dos días. Prometió que Túnez entraría ahora en una nueva fase, después de una década de estancamiento político. Pero sus oponentes citaron la baja participación como una negación de legitimidad a lo que ven como un movimiento preocupante de regreso a la autocracia.

La coalición opositora Frente de Salvación Nacional (FSN), que pidió boicotear la votación, acusó el martes a la autoridad electoral de haber «amplificado» y «falsificado» los datos de participación.

Según el organismo, apenas el 27.54% de los 9,3 millones de electores inscritos votaron. En las últimas elecciones legislativas de 2019, la tasa de participación fue del 32%.

«Entre 92 y 93%» de los votantes aprobaron la Constitución de Saied, en base a sondeos realizados a pie de urna, aseguró la madrugada del martes a la AFP el director del instituto de encuestas Sigma Conseil, Hassen Zargouni.

Falta de legitimidad

Túnez, cuna de la Primavera Árabe, sufre una crisis económica agravada por el covid-19 y la guerra en Ucrania, de la que depende para sus importaciones de trigo.

El país está muy polarizado desde que Saied, elegido en 2019, concentró todos los poderes en sus manos el 25 de julio de 2021, argumentando que el país era ingobernable.

Cualquier Constitución que resulte [de ese voto] no refleja la visión de la mayoría de los tunecinos y carece de legitimidad democrática y de apropiación nacionalSaid BanerbiaONG Comisión Internacional de Juristas

Poco después de divulgarse las primeras estimaciones, el Frente de Salvación Nacional, del cual es parte el movimiento islamista Ennahda, consideró que el «75% de los tunecinos se negó a dar su aprobación al proyecto golpista lanzado hace un año por Kais Saied».

Said Banerbia, de la oenegé Comisión Internacional de Juristas, criticó por su parte la legitimidad del voto. «Cualquier Constitución que resulte [de ese voto] no refleja la visión de la mayoría de los tunecinos y carece de legitimidad democrática y de apropiación nacional», explicó a la AFP.

Para el analista Youssef Cherif, «la mayoría de la gente ha votado por el hombre [Kais Saied] o en contra de sus oponentes, no por su texto».

Banderas y cláxons

Tras divulgarse las primeras estimaciones de Sigma Conseil en la televisión nacional, cientos de simpatizantes de Saied salieron a festejar la victoria en caravanas de vehículos por el centro de la capital ondeando banderas y sonando bocinas.

El presidente apareció frente a la multitud donde declaró que Túnez había «entrado en una nueva fase», según la televisión local. La nueva Carta Magna permitirá pasar de «una situación de desesperanza a una de esperanza», agregó.

Gran parte del respaldo llegó de «la clase media más impactada» por años de crisis económica, analizó Sigma Conseil.

Los críticos de Saied advierten que la nueva Constitución amarrará los poderes presidenciales y abre «la puerta a un régimen dictatorial», según Sadeq Belaid, un mentor de Saied que participó en la redacción del texto, pero rechazó el documento final.

El texto, que rompe con el sistema parlamentario vigente desde 2014, pone al presidente a cargo del ejército, le permite designar un gobierno sin aprobación legislativa y hace imposible destituirlo.

«Corrección del rumbo»

El presidente, de 64 años, ejerce el poder de forma cada vez más solitaria.

Considera que la reforma constitucional es una prolongación de la «corrección del rumbo» iniciada el 25 de julio de 2021 cuando, alegando bloqueos políticos y económicos, destituyó a su primer ministro y suspendió temporalmente las funciones del Parlamento antes de disolverlo en marzo.

«Ninguna de las salvaguardas que podrían proteger a los tunecinos de las violaciones de un Ben Ali están presentes», acotó Benarbia.

Para el analista Youssef Cherif, los espacios de libertad siguen garantizados, pero la cuestión de la vuelta a un régimen dictatorial similar al del antiguo autócrata Zine el Abidine Ben Ali, podría plantearse «en la era pos-Kais Saied».

Para muchos expertos, el futuro político de Saied dependerá de su capacidad para reactivar una mala situación económica, con un desempleo juvenil del 40%.

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