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Santiago de Chile

El vandalismo en Santiago de Chine alcanza monumentos, iglesias, instituciones y material urbanoPaulo-Slachevsky

El Debate en América

Contrastes: Madrid y Santiago de Chile

Chile retorna peligrosamente al pasado, con inflación creciente, altas tasas de interés y menos inversión

Viajar a Madrid, desde Santiago de Chile, resulta reconfortante. A pesar del calor reinante, un bonito y eficiente aeropuerto recibe al viajero. Venir de Chile, todavía, genera algo de respeto.

Amplias avenidas, bonitas iglesias, edificios históricos bien cuidados y una admiración por la historia. Buenos restaurantes, bares activos, una oferta musical y cultural variada y de buen nivel.

En los negocios, a pesar de ciertos problemas en la economía, hay proyectos, hay futuro, hay ilusión. Se percibe que alguien en Madrid está dirigiendo bien la orquesta.

Recorrer Santiago de Chile hoy, especialmente su centro histórico, genera pena, rabia y desesperanza.

La mayoría de los chilenos, tienen su origen en España y la «Madre Patria», se emociona. Por el contrario, el indigenismo arrecia en Chile y muchos chilenos hoy evalúan seriamente venirse a vivir a España. Razones sobran, aunque la mayoría ha decidido luchar y recuperar el sentido común de la Nación.

La larga lista de problemas se inicia con la inseguridad reinante, en que delincuentes, narcotraficantes y jóvenes «idealistas», han tomado el control de la ciudad.

Hace pocos días, un grupo de encapuchados atacó e intentó ingresar por la fuerza a un cuartel militar dentro de la ciudad.

Cada día en Santiago se producen más de 20 «portonazos», donde delincuentes roban automóviles cuando los conductores llegan a su casa

Asesinatos y secuestros son el pan de cada día. Entre 2020 y 2022 se han producido 1531 encerronas en las autopistas de la Región Metropolitana. Cada día en Santiago se producen más de 20 «portonazos», en que delincuentes roban automóviles cuando sus conductores están llegando a su casa.

Negocios de seguridad personal, cercos eléctricos, empresas privadas de seguridad, alarmas y rejas en altura, tienen crecimientos de dos dígitos anualmente.

La principal arteria de Santiago, la del General Bernardo O´higgins, antiguamente denominada Alameda de las Delicias, es hoy un lugar que congrega carpas insalubres llenas de inmigrantes.

El comercio ambulante se ha tomado la mayor parte de la ciudad, perjudicando al comercio establecido que paga impuestos.

La Plaza Baquedano, que lleva el nombre de uno de los militares chilenos más ilustres, fue destruida por bestias desbocadas.

Como estatuas

La estatua ecuestre de Baquedano tuvo que ser retirada de la plaza, para evitar su destrucción. Aunque el Presidente Piñera dijo que la estatua volvería a ese lugar, eso no sucedió. La zona 0 de Santiago, en torno a la Plaza Baquedano y epicentro del estallido delictual de octubre de 2019, ha sido atacada unas 500 veces.

El comercio establecido huyó del lugar, los vecinos están atrapados entre los vándalos y las autoridades hablan y hablan –con lenguaje inclusivo– pero en la práctica no hacen nada.

La comuna de Santiago, ubicada en el corazón de la Región Metropolitana, está dirigida por una alcaldesa comunista de 31 años. El edificio consistorial está rodeado de banderas. La chilena es una más, entre indigenistas, de «orgullo» y otras que pocos saben lo que representan.

La alcaldesa proclama que Santiago es una comuna acogedora, pero la realidad es que recorrer el centro de Santiago, es como observar una película de terror.

Las calles están llenas de grafitis, los edificios históricos dañados, varias iglesias han sido quemadas y no les interesa restaurar nada.

Enseñando a Santiago

Las cocinerías repletan los costados de la Plaza de Armas y no pocas esquinas son utilizadas como urinarios. Ni hablar de la educación, en que los dos centros de enseñanza más relevantes de Chile en algún momento, el Instituto Nacional y el Internado Nacional Barros Arana, hoy son un reducto de vándalos que impiden el inicio de las clases. Santiago está cosechando lo que sembró Bachelet: inmigración ilegal y presuntos derechos sociales.

La principal preocupación de la ciudadanía es la seguridad personal

Hoy bajo el gobierno de Gabriel Boric, quien dirige la pandilla (definiciones RAE: 1-Grupo de amigos que suele reunirse para divertirse en común. 2- Grupo de personas que se asocian con fines delictivos o embaucadores.) gobernante, la principal preocupación de la ciudadanía es la seguridad personal.

Santiago de Chile fue alguna vez una linda ciudad, cerca de la Cordillera de los Andes, con bonitos parques y avenidas muy seguras comparado con las principales urbes de México, Colombia o Brasil.

La inmigración ilegal promovida bajo la expresidenta Bachelet se ha multiplicado en el cordón periférico urbano de Santiago, poblaciones de muy bajo nivel y muchas veces en terrenos usurpados.

El crecimiento económico que experimentó Chile desde mediados de los 70 hasta el 2012, permitió eliminar fuertemente la extrema pobreza

El crecimiento económico que experimentó Chile desde mediados de los 70 hasta el 2012 permitió eliminar fuertemente la extrema pobreza, pero hoy Chile retorna peligrosamente al pasado, con inflación creciente, altas tasas de interés y menos inversión.

Una nueva reforma tributaria en trámite y todo tipo de trabas a la iniciativa individual auguran días difíciles. El gobierno habla de recaudar más, pero no explica cómo gastar mejor.

El Tren de Aragua es una organización criminal originada en Venezuela con presencia en distintos países de la región y cuyos crímenes contemplan asesinatos, torturas, secuestros y muerte

Boric prometió en su campaña llevar adelante un plan de más trenes para Chile. El único tren que están viendo los chilenos en las puertas de sus casas es el Tren de Aragua. Este tren es una organización criminal originada en Venezuela con presencia en distintos países de la región y cuyos crímenes contemplan asesinatos, torturas, secuestros y muerte.

Santiago de Chile, otrora capital de la Capitanía General de Chile, es hoy una estación del Tren de Aragua. A pesar de la izquierda dura y porfiada, los chilenos sensatos retomarán el control y reencauzarán su país hacia destinos de sentido común y lejos de dictaduras castro-chavistas o de progres pestilentes.

  • Andrés Montero es columnista, autor y empresario chileno
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