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La flota de Rusia en el mar Negro, frente al puerto de OdesaTwitter / @uasupport999

158 días de guerra

Putin anuncia una nueva «doctrina naval» para Rusia que declara a EE.UU. su mayor amenaza

El documento, de 55 páginas, establece nuevas «líneas rojas» de Rusia en los mares de su alrededor

Mientras que en Ucrania se libran duros combates, Rusia celebra su desfile del ‘Día de la Flota’, tradicional conmemoración de los logros de sus fuerzas navales. En San Petersburgo, se desarrollaron procesiones frente al puerto, donde navegaron buques rusos, y el presidente Vladimir Putin aprovechó la ocasión para anunciar una ambiciosa nueva doctrina naval.

La iniciativa percibe a Estados Unidos como la mayor amenaza para el Kremlin, y propone a Rusia como la próxima gran potencia marítima, con líneas rojas en el Ártico y en los mares Negro y Báltico: «Los intereses nacionales de Rusia como gran potencia marítima se extienden a todos los océanos y al mar Caspio», señaló un documento de 55 páginas, firmado por Putin.

El mayor peligro para Rusia, según advierte la doctrina, es la «política estratégica de Estados Unidos, y su afán por dominar todos los océanos del mundo», además de los movimientos de la alianza militar OTAN, cada vez más cerca de las fronteras de su territorio.

A partir del nuevo documento, Rusia podrá utilizar la fuerza militar para «estabilizar» la situación en los océanos, en caso de que se «agoten» las demás vías: la diplomática, o la económica.

De ahora en adelante, la prioridad de Moscú será desarrollar la cooperación naval y estratégica con países como la India, Irán, Irak, Arabia Saudí, y otros estados de la región. «Guiada por esta doctrina, la Federación Rusa defenderá de manera firme y resolutiva sus intereses nacionales en los océanos del mundo, y un aumento de su poder marítimo garantizará su seguridad y protección», rezó el documento.

Igual que ocurrió en 2015, tras el deterioro de las relaciones con Occidente a causa de la anexión, un año antes, de la península ucraniana de Crimea, Putin aprobó por decreto una nueva doctrina naval que tiene en cuenta los dramáticos cambios geopolíticos causados por la campaña militar rusa en Ucrania.

Rusia no acepta injerencias en sus asuntos en el Ártico, el Caspio o el mar de Ojotsk (Pacífico); los mares Negro y Azov, arrebatado a Ucrania; el Báltico; las islas Kuriles (cuya soberanía reclama Japón); el Mediterráneo oriental y los estrechos que llevan a Asia y África.

«Hemos marcado abiertamente las fronteras y zonas de los intereses nacionales de Rusia, tanto las económicas como las estratégicas que son vitales. Garantizaremos su defensa de manera firme y por todos los medios», afirmó el jerarca ruso.

La doctrina también aumenta las zonas de interés marítimo para Rusia. Por ejemplo, establece el Océano Ártico como tal, confirmando las sospechas de Estados Unidos de que Moscú está intentando militarizarlo. La costa de Rusia es inmensa; abarca 37.650 kilómetros, y va desde el Mar de Japón hasta el Mar Blanco, incluyendo los mares Negro y Caspio.