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Un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple de largo alcance dispara cohetes contra un objetivo simuladochinamil.com.cn/Huang Hai

China intenta asfixiar a Taiwán tras la visita de Pelosi

Las masivas maniobras del Ejército chino han obligado a Taiwán a modificar sus rutas aéreas internacionales afectando unos 900 vuelos

Nancy Pelosi ya está lejos de Taiwán. La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos viajó el miércoles a Corea del Sur y el jueves a Japón para concluir su gira por Asia.

Su intención al visitar la disputada isla que China reclama como parte de su territorio era respaldar la democracia taiwanesa frente al totalitarismo expansionista del régimen comunista chino.

Lo que ha dejado detrás de ella, sin embargo, es una Taiwán sitiada por mar y aire por el Ejército chino, que está sometiendo a un bloqueo a la isla mediante unas maniobras militares que durarán hasta el lunes 8 de agosto.

Las autoridades chinas advirtieron que la visita de Pelosi se consideraría como un acto hostil, un ataque contra la integridad territorial china y un respaldo a los partidarios de la independencia taiwanesa.

La reacción china ha superado las expectativas. Las maniobras militares son de una envergadura nunca vista en siete áreas (inicialmente eran seis) que rodean la isla y ocupan parte de las aguas y los cielos que Taiwán reclama como propios y que China no reconoce.

El Ejército chino lanzó misiles en varias áreas marítimas al este de la isla de TaiwánIC

China quiere mostrar músculo y marcar un precedente. La televisión china difundió las imágenes del lanzamiento de misiles balísticos que han impactado en el estrecho de Taiwán. Incluso cerca de aguas de Japón cuando Pelosi se dirigía hacia ese país.

El Ejército chino también ha efectuado disparos de artillería hacia el estrecho y ha movilizado varios destructores y fragatas que ahora navegan sin tapujos alrededor de las aguas que rodean la isla.

Los cazas, bombarderos y aviones de reconocimiento chinos también están sobrevolando los cielos cercanos a Taiwán. Las autoridades del país aseguran que varios «aviones y buques» han cruzado la línea divisoria del estrecho que separa ambos países. Califican estas acciones como «altamente provocadoras».

Las autoridades taiwanesas informaron de que este jueves, el Ejército chino lanzó 11 misiles Dongfeng, una cifra que supera ampliamente a la cantidad de misiles lanzados durante la crisis del estrecho de Taiwán en julio de 1995.

Una flota naval compuesta por los destructores de misiles guiados así como una fragata navegan en aguas del Mar de China Oriental durante un simulacro de entrenamientoChina Military

La agencia de noticias china Xinhua describió las maniobras como operaciones de «bloqueo, asalto a objetivos marítimos, ataque contra objetivos terrestre y dominio del espacio aéreo». Según la agencia, el Ejército chino está llevando a cabo «un simulacro de combate real».

Taiwán se ha visto obligada a modificar sus rutas aéreas internacionales con 900 vuelos afectados. Además, Estados Unidos decidió sacar de la zona a su portaaviones Ronald Reagan, cuya presencia cerca de la isla también echó leña al fuego del enfrentamiento con China, para evitar incidentes catastróficos.

Para dejar clara su soberanía sobre Taiwán, China ha acercado sus juegos de guerra todo cuanto ha querido a la costa. En concreto, a 12 millas náuticas, a tan sólo unos 22 kilómetros.

Las maniobras militares chinas en Taiwán son de tal calibre que un paso más implicaría la invasión de la isla y una guerra abierta similar a la que está en curso en Ucrania.

De hecho, al ver la reacción china a la visita de Pelosi, es inevitable recordar que la invasión rusa a Ucrania también comenzó con unas maniobras militares del Ejército ruso junto a las fronteras ucranianas en las semanas previas.

La dialéctica china, de hecho, es similar a la rusa. Wang Yi, ministro chino de Exteriores, se refirió a Pelosi como una «maníaca, irresponsable e irracional», aseguró que China ha hecho todo lo que estaba en su mano para evitar el enfrentamiento y se presentó como la víctima frente a la agresividad estadounidense.

Wang Yi también descartó cualquier avance independentista de Taiwán, insistió en que Pekín está dispuesta a emplear todo su poderío militar para garantizar la integridad territorial de China y aseguró que, antes o después, Taiwán «regresará al abrazo de la patria».

Mientras tanto, en Taiwán se siguen con resignación y tensa calma los movimientos hostiles de la armada y la fuerza aérea china.

El Ministerio de Exteriores de Taiwán denunció que China se comporta como Corea del Norte, y le exigió que deje de «seguir el ejemplo» del hermético régimen comunista norcoreano.

El Ejército taiwanés, sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados y ha movilizado aviones de combate Mirage 2000 y F5.

El ministerio de Defensa taiwanés afirmó que las fuerzas armadas taiwanesas están preparadas para la guerra en caso de agresión china y que «responderán a cualquier acción».

EE.UU. vigila la situación

«China ha optado por reaccionar de forma exagerada y utilizar la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes como pretexto para aumentar la actividad militar provocadora en el Estrecho de Taiwán y sus alrededores», afirmó este jueves el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.

​Sin embargo, EE.UU. ve las maniobras chinas en torno a Taiwán como una «escalada significativa» de la tensión en la zona y ha decidido dejar el portaaviones USS Ronald Reagan cerca de la isla para vigilar la situación, agregó Kirby.

Según explicó Kirby, este portaaviones y otros barcos que forman parte de su grupo de combate tienen previsto hacer operaciones por aire y por mar en el estrecho de Taiwán durante las próximas semanas.