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La propaganda comunista persiste en medio de la devastación del incendio de MatanzasYamil Lage / AFP

Hispanoamérica

El devastador incendio de Cuba revela la inoperancia de la dictadura castrista

Aunque el régimen cubano ha declarado el incendio como «controlado», cuatro días de fuego dejan al descubierto las carencias de la dictadura comunista

El incendio que devoró cuatro grandes tanques de combustible en las afueras de Matanzas (en la zona occidental de la isla) ya ha sido calificado como mayor desastre industrial de la historia de Cuba y ha tenido lugar en plena crisis energética que somete a los cubanos a constantes apagones desde hace cuatro meses.

Los cortes eléctricos -debidos a fallos y roturas en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- afectan a distintas áreas de Cuba incluyendo a La Habana.

En julio se registraron apagones en 29 de los 31 días, según datos de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE)

El incendió agravará mucho más la crisis energética que sufren los cubanos. Los depósitos de combustible calcinados, tenían una capacidad de almacenamiento de 50.000 metros cúbicos y era uno de los más importantes en la isla ya que de ahí salía el combustible para las obsoletas centrales termoeléctricas del país, responsables de dos tercios de la producción energética.

La central termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las mayores de Cuba, se encuentra a menos de 3 kilómetros del sitio del siniestro y aunque escapó de las llamas se vio afectada al tener que desconectarse del sistema eléctrico nacional.

Los funcionarios del régimen, en un intento de minimizar el alcance del incendio, dijeron en un principio que este no complicaría el funcionamiento de la central termoeléctrica, pero luego admitieron que tenía almacenamiento de combustible solo para 48 horas.

Aunque la central entró de nuevo en funcionamiento el miércoles, 17 minutos después de ser reiniciada salió nuevamente del sistema al sufrir problemas de refrigeración por falta de agua.

Por el momento, el régimen castrista no ha dado a conocer estimaciones sobre el costo económico de este suceso, que ha dejado dos muertos y 128 lesionados, además de 14 «desaparecidos», en su mayoría bomberos, quienes por falta de equipos y medios adecuados intentaron apagar las llamas con agua provocando una expansión del incendio y las fatídica cifra de «desaparecidos».

Además, más de 4.000 personas fueron evacuadas de sus casas en los repartos más próximos al siniestro y alojados con familiares o en albergues gubernamentales improvisados. Estos evacuados serán algunos de los que volverán en los próximos días, cuando se estime seguro, a sus casas, aunque se encontrarán con una imagen desoladora.