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Un hombre se manifiesta en Puerto Príncipe contra los secuestros perpetrados por pandillas, Foto de ArchivoValerie Baeriswyl / AFP

Haití

Las pandillas doblegan a la Policía haitiana y se hacen con el control del país

El secuestro de un grupo de misioneros puso en relieve el poder y el control que ejercen las pandillas en el caótico Puerto príncipe

Diecisiete misioneros estadounidenses y canadienses fueron secuestrados el año pasado después de visitar un orfanato en Croix-des-Bouquets, en un barrio de Puerto príncipe, y solo fueron liberados después de que se pagara un rescate a la pandilla 400 Mawozo.

Recientemente, la Policía de Haití ha matado a un líder de la ahora famoso pandilla y ha rescatado a seis rehenes que estaban en su poder. Pero la pandilla, una de las docenas que aterrorizan a la capital, no ha sido desterrada de sus calles.

El gobierno interino de emergencia del país, creado el año pasado después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, está comenzando a desmoronarse y a estar impregnado de acusaciones de inactividad.

Su sucesor, el primer ministro Ariel Henry se ha comprometido a combatir la inseguridad y celebrar nuevas elecciones, pero hasta ahora ha mostrado poco progreso hacia cualquiera de los dos objetivos.

Mientras todo esto pasa, las pandillas controlan o influyen en tres cuartas partes de Puerto Príncipe, de acuerdo con una fuente de las fuerzas de seguridad haitianas que habló en condición de anonimato con CNN.

Frantz Elbe, Director General de la Policía Nacional de Haití, rechaza tal afirmación. «No es un problema general en el área metropolitana», declinando dar un porcentaje, pero admitió que la Policía, a menudo superada en armas, está haciendo lo que puede.

«Las pandillas están cambiando la forma en que luchan. Solía ser con cuchillos, y ahora es con armas grandes. La Policía debe estar bien equipada. Con lo poco que tenemos, haremos lo que podamos para luchar contra los pandilleros», señaló Elbe.

Tormenta perfecta de calamidades

Los disparos y el pánico en los vecindarios controlados por pandillas en Puerto Príncipe se asemejan a una guerra en toda regla entre la Policía y grupos criminales cada vez más bien equipados y organizados.

La Policía patrulla las áreas de pandillas en vehículos blindados para intentar mostrar su control y las pandillas responden con intensas ráfagas de balas. Esta se ha vuelto desde hace mucho en una escena cotidiana.

En la zona de Cité Soleil, diez días de violencia en julio dejaron más de 470 muertos, heridos o desaparecidos, según la ONU, después de que la pandilla G9 intentara ampliar su alcance en la zona, arrebatando territorio a las bandas rivales.

Los civiles que huyeron de Cité Soleil encontraron poco respiro, con docenas recibiendo donaciones de alimentos del Programa Mundial de Alimentos y refugiándose al aire libre del parque recreativo Hugo Chávez.

Los lugareños hablan de una tormenta perfecta de calamidades, y advierten que el país se siente cada vez más al borde del colapso social.

«Tengo cuatro hijos, pero mi primero está desaparecido y no puedo encontrarlo», dijo una mujer a la CNN. «Hemos sido totalmente abandonados por el Estado y tenemos que pagar incluso para usar un inodoro», agregó otro.

Control casi total

Las autoridades locales no pueden ocultar que partes vitales de la infraestructura nacional están ahora totalmente en manos criminales.

El puerto vital de la ciudad, el principal de Haití, está controlado por pandillas, que dominan la carretera exterior. También lo es la carretera principal hacia el sur del país, lo que significa que la parte frágil del país que fue golpeada por un terremoto el año pasado ha sido efectivamente aislada de la capital.

Las pandillas también están expandiendo su control en el este de Puerto Príncipe, donde se encuentra Croix-des-Bouquets, y en el norte, alrededor de Cité Soleil.