Entrevista
Bianca Jagger: «El régimen Ortega-Murillo está llevando a cabo una guerra contra la Iglesia Católica»
Un obispo y cinco sacerdotes se encuentran retenidos y aislados por la policía de la dictadura y se teme que sea una estrategia para forzarlos al exilio
El nombre de Bianca Jagger está directamente relacionado con la moda, pero también con la defensa de los derechos humanos. Esta actriz «nicaragüense por gracia de Dios», como se define en redes sociales, estuvo presente en las calles de su natal Managua en las protestas sociales de 2018 en las que los nicaragüenses demandaron libertad y justicia al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Desde Londres, donde fundó y preside una fundación de derechos humanos que lleva su nombre, Bianca Jagger está abogando activamente por la integridad del obispo Rolando Álvarez, quien se encuentra retenido ilegalmente por la policía del régimen.
Jagger, también embajadora de buena voluntad del Consejo Europeo y parte del consejo asesor de Amnistía Internacional, clama al Papa Francisco ante la «guerra» que los Ortega-Murillo le han declarado a la Iglesia Católica en Nicaragua. En conversación con El Debate, Jagger se ha expresado así sobre la situación en Nicaragua:
–En su juventud apoyó la Revolución Sandinista. ¿Qué cambio?
–Yo apoyé la revolución sandinista. Yo nunca he sido sandinista ni he sido parte del partido o de ningún partido en Nicaragua. Pero yo ingenuamente creí que la Revolución Sandinista iba a llevar democracia, justicia, libertad y elecciones libres a Nicaragua. ¡Qué gran equivocación!
Ingenuamente creí que la Revolución Sandinista iba a llevar democracia. ¡Qué gran equivocación!
Pero yo muy pronto comencé a darme cuenta de que Daniel Ortega era un traidor de la Revolución. Descubrí que era un dictador y comencé a denunciarlo.
–¿Qué representan actualmente Daniel Ortega y Rosario Murillo?
–Para mí, Daniel Ortega no solamente es un dictador criminal y asesino. Para mí una de las cosas más importantes es que Daniel Ortega es un pedófilo que violó a su hijastra Zoilamérica [Narváez Murillo].
Rosario Murillo es la madre que no defendió a su hija. Que la sacrificó. Que sabiendo que había sido abusada desde la edad de 11 años prefirió defender a Daniel Ortega. Creo que ésta es la razón por la cual ella tiene tanto poder hoy en Nicaragua, como vicedictadora, es en pago por haberlo salvado de ir a la cárcel por ese crimen que él cometió.
–En Europa estamos enfocados en la guerra de Ucrania, pero ¿por qué urge ver hacia Nicaragua?
–Porque Daniel Ortega traicionó la Revolución. Es un hombre que ha estado dispuesto a vender su patria. Una de las cosas más importantes que yo llamé un crimen medioambiental fue cuando él hizo la concesión del Canal Interoceánico.
Daniel Ortega traicionó la Revolución. Es un hombre que ha estado dispuesto a vender su patria
Él le quería confiscar las tierras a los campesinos y estaba dispuesto a vendérselas a los chinos y a destruir nuestro patrimonio nacional más importante, nuestro lago.
Ahora él está dispuesto a llevar a los rusos a Nicaragua quienes ya le han proveído armamento. Yo me pregunto: ¿por qué los Estados Unidos y la comunidad internacional no ven el peligro? La presencia de los rusos en Nicaragua podría repetir la crisis de los misiles que existió hace muchos años con Cuba y podría repetirse ahora en Nicaragua.
–¿Cuál es la situación de los presos políticos?
–Yo creo que no podemos abordar el caso de Nicaragua sin enfocarnos en la situación de los 190 prisioneros políticos que se encuentran en las mazmorras del régimen. Esos prisioneros políticos están siendo torturados, y en raras ocasiones se les ha permitido visitas de los familiares, sólo cuando ha habido una fuerte presión de la comunidad internacional. Algunos de ellos han muerto en circunstancias muy cuestionables.
En El Chipote [estación policial de Managua] tienen a periodistas y líderes políticos que iban a participar en las elecciones. Inclusive a Dora María Téllez que fue una de las grandes líderes de la Revolución Sandinista.
Verdaderamente, todos esos presos políticos están corriendo peligro porque están a merced de una pareja de criminales que han cometido crímenes de lesa humanidad y esos 190 prisioneros políticos, su único crimen es haber tratado de luchar por la democracia, los derechos humanos y elecciones libres en Nicaragua.
–¿Este es el precio de pedir libertad y democracia en Nicaragua?
–Estamos lidiando con una pareja de desquiciados, con una pareja de perversos y criminales. Daniel Ortega y Rosario Murillo son dos personajes que han cometido crímenes de lesa humanidad.
Son dos personajes que no razonan. Que han atacado a cualquiera que haya expresado su oposición o su anhelo por la democracia, por elecciones libres, por el respeto de los derechos humanos en Nicaragua.
–A pesar de todo esto, la dictadura de Ortega logró imponer a democracias plenas como Costa Rica su candidato para la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). ¿Qué opinión le merece?
–La reciente elección del candidato de Daniel Ortega como Secretario General del SICA me ha dejado perpleja. No puedo creer que gobiernos como los de Costa Rica y Panamá hayan avalado y aceptado que el nuevo Secretario General del SICA sea el candidato de Daniel Ortega.
Yo les pregunto a los presidentes de Costa Rica, Panamá, Honduras, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Belice, ¿cómo es posible que ellos acepten el candidato de un régimen sanguinario que ha cometido crímenes de lesa humanidad? ¿Cómo es posible que ellos acepten a un régimen de un déspota que hoy día está haciéndole una guerra a la Iglesia Católica, a los obispos, a los sacerdotes, a los feligreses en Nicaragua? Verdaderamente no lo entiendo.
–¿Cómo impacta la impunidad en Nicaragua al resto de la región?
–Aunque la comunidad internacional ha hecho declaraciones y han condenado lo que ocurre en Nicaragua, inclusive han impuesto sanciones, no es suficiente. Hasta cierto punto, la comunidad internacional es indiferente a lo que ocurre en Nicaragua, sobre todo, muchos de los países latinoamericanos.
Yo pienso que tal vez la comunidad internacional no se da cuenta del impacto que está teniendo la impunidad que existe en Nicaragua y el hecho que Ortega y Murillo continúen en el poder.
El ejemplo de Daniel Ortega y Rosario Murillo está teniendo un impacto gravísimo para el resto de Centroamérica
El ejemplo de Daniel Ortega y Rosario Murillo está teniendo un impacto gravísimo para el resto de Centroamérica. Veamos por ejemplo lo que está ocurriendo hoy día en El Salvador y Guatemala, donde los periodistas ya están siendo perseguidos y puestos en la cárcel.
–La persecución a la Iglesia Católica es el último episodio de la represión del régimen. ¿Qué se puede hacer?
–Quiero hacer un llamado a la comunidad internacional. El régimen Ortega-Murillo está llevando a cabo una guerra contra la Iglesia Católica. En estos momentos en Nicaragua tenemos a un obispo secuestrado, un hombre de gran coraje, de gran valentía, un hombre que los nicaragüenses amamos y respetamos.
Monseñor Rolando Álvarez es un rehén del régimen Ortega-Murillo. Sin una orden judicial, lo tiene casa por cárcel mientras su policía y sus antimotines lo tienen acorralado. No le permiten salir desde hace nueve días, no le permiten que se le lleve comida, agua o medicinas, y no le permiten ir a la catedral a oficiar la Misa.
Recientemente, la policía sacó una nota de prensa donde está claro que ellos están montando un caso contra monseñor Rolando Álvarez, donde lo acusan de estar promoviendo la violencia y que ellos [los obispos] son los promotores de un golpe de Estado contra su gobierno.
Eso no fue lo único, porque también hubo un vídeo que sacó la vice dictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, donde además de las acusaciones de siempre, utilizó un término rarísimo y lo acusó de crímenes de lesa espiritualidad. Ahora, todos sabemos que Rosario Murillo es desquiciada y que verdaderamente todo lo que dice no es muy racional.
–¿Qué puede pasar con el monseñor Rolando Álvarez?
–Yo estoy profundamente preocupada por el mensaje que le envían a monseñor Álvarez: se entrega a la policía o se tiene que ir de Nicaragua. Y yo le ruego, yo le suplico al Santo Padre que por favor abogue por su Iglesia en Nicaragua, que por favor no se olvide de sus obispos y de sus sacerdotes, que por favor no le dé la orden a monseñor Álvarez de irse de Nicaragua, como lo hizo con monseñor Silvio Báez. Porque monseñor Álvarez no se quiere ir de Nicaragua.
Los nicaragüenses, no queremos que el régimen finalmente logre sacar a los obispos
Nosotros, los nicaragüenses, no queremos que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo finalmente logren sacar a los obispos, a los sacerdotes, a todos aquellos en la Iglesia Católica que abogan por el pueblo y defienden los derechos humanos en el país. Por favor yo le ruego a Su Santidad que no los saque de Nicaragua.