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Imagen de archivo de un bombardeo ruso sobre la ciudad portuaria de OdesaGTRES

Día 173 de guerra en Ucrania

La estrategia de Rusia en Ucrania: apoderarse de sus recursos naturales y destruirlos

Los territorios ocupados por Rusia albergan gran parte de los depósitos de recursos naturales de Ucrania

En los 173 días de guerra en Ucrania, desde que las tropas rusas pusieran sus botas en territorio ucraniano, el Kremlin ha logrado ocupar un amplio arco que va desde el este del país hasta el sur.

Rusia controla parte de la región de Járkov y amplias áreas de las regiones de Luhansk, Donetsk, Zaporizhia y Jersón, además de la península de Crimea que se anexionó en 2014.

Asimismo, controla toda la costa del mar de Azov y una parte importante de la costa del mar Negro.

La justificación de la invasión rusa es la protección de los civiles ucranianos rusófonos, los que, paradójicamente, más están sufriendo las explosiones de las bombas rusas.

Sin embargo, al analizar el mapa de la guerra ucraniana llama la atención un elemento: las tierras que han ocupado los soldados rusos, y las que aspiran a ocupar, albergan la mayor parte de los recursos naturales de Ucrania.

Recursos como minas de titanio, hierro, litio, carbón, además de bolsas de gas y de petróleo. En total, una riqueza natural cuyo valor, según apunta The Washington Post, asciende a varias decenas de billones de dólares.

Rusia ya controla gran parte de las minas ucranianas de carbón y de metales, y una cantidad menor, pero igualmente importante, de los pozos de gas y petróleo todavía están en su mayoría en manos ucranianas.

En especial, el mayor tesoro que se está llevando Rusia en Ucrania son los depósitos de carbón, piedra angular de la industria siderúrgica ucraniana, recuerda el Post.

Según el artículo, el interés de Rusia en hacerse con estos recursos no es tanto para explotarlos e incorporarlos a sus fuentes de recursos naturales.

El principal objetivo es privar a Ucrania de esos recursos para socavar su economía y obligar a Kiev a importar carbón y energía.

Es la misma estrategia que ha llevado a Rusia a ocupar las centrales eléctricas, como la planta nuclear de Zaporizhia, o a incautar silos con grano ucraniano y campos de cultivo.

Además, cerca de la mitad de las plantas de energía renovable, por ejemplo, el 89 % de sus parques eólicos, están ya controlados por Rusia, que ha procedido a clausurarlos o, incluso, destruirlos.

Los mismo sucede con las minas, apunta el Post: la mayor parte de las minas de carbón ocupadas por Rusia, incluidas las que controla desde 2014, están clausuradas, algunas incluso destruidas, para asegurarse de que Ucrania no podrá explotarlas ni siquiera si reconquistara el terreno perdido.

La estrategia es que, si Ucrania quiere energía y cereales tras la guerra, se los tendrá que comprar a Rusia.

En esa estrategia también hay que situar el interés de Rusia por controlar los puertos ucranianos. Sin puertos, Ucrania no tendrá vías para exportar sus productos y materias.

The Washington Post recuerda que Ucrania alberga 117 de los 120 metales más utilizados para elaborar componentes de alta tecnología, además de ser una importante fuente de combustibles fósiles.

Rusia se ha apoderado del 63 % de los depósitos ucranianos de carbón, el 11 % de los depósitos de petróleo, el 20 % de los depósitos de gas natural, el 42 % de los depósitos de metales y el 33 % de los depósitos de minerales raros.