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Fuego de la artillería ucraniana contra las líneas rusasAFP

192 días de guerra en Ucrania

¿Han derrotado los rusos a los ucranianos en la ofensiva sobre Jersón?

Ucrania ha puesto en práctica una estrategia que busca avances lentos pero constantes y seguros

El secretismo del alto mando ucraniano respecto a la ofensiva que desde el pasado domingo está lanzando sobre las líneas rusas a la altura de Jersón ha desatado toda clase de rumores y combustionado, como si fuera gasolina, la propaganda rusa.

La orden en Kiev es el silencio absoluto sobre la operación. El Kremlin ha aprovechado esta circunstancia para lanzar las campanas al vuelo y anunciar que la ofensiva ucraniana ha fracasado.

Sin embargo, los datos a cuentagotas que llegan del frente no apuntan, en absoluto, a un fracaso, aunque tampoco a un avance espectacular.

Por el momento, se pueden dar por confirmadas las reconquistas de varias aldeas al norte del río Dniéper. Se ha conseguido romper las líneas rusas y avanzar, pero aún se está lejos de los dos objetivos principales: las ciudades de Nova Kakhovka y Jersón.

Cambio de las líneas del frente en JersónKindelán

Precedidas de un intenso fuego de artillería mediante los sistemas HIMARS que han destruido todos los puentes sobre el río Dniéper, las tropas ucranianas han logrado avanzar, pero a un coste muy alto en bajas humanas.

A falta de información oficial de Kiev, y a la luz de la información que se ha conocido, no parece que esta ofensiva tenga como objetivo una conquista inmediata de Jersón.

Más bien, por los objetivos alcanzados y el modo en que avanzan las tropas ucranianas, parece que Kiev trata de dar un salto cuantitativo en la destrucción de las líneas de suministro rusas antes de que comiencen el otoño y el invierno.

Al mismo tiempo, Ucrania pretende obligar a Rusia ha desviar recursos y efectivos del Donbás a Jersón. De hecho, Ucrania ya está ultimando los preparativos para extender la contraofensiva en Járkov y en el Donbás.

La gran incógnita es si Ucrania tendrá capacidad para mantener tres ofensivas simultáneas y, sobre todo, si será capaz de aumentar sus capacidades ofensivas.

Lo que se ha visto esta semana en Jersón es de unas dimensiones sin precedentes desde el inicio de la guerra. Sin embargo, la gran capacidad mostrada por Ucrania no se ha traducido en un avance fuerte sobre los territorios ocupados por Rusia.

Kiev ha descartado un fracaso y ha recordado que este tipo de operaciones exigen tiempo y, sobre todo, flujo constante de armamento y suministros.

El Institute for the Study of War explicó en un informe que este tipo de ofensivas persiguen forzar una retirada del enemigo para, a continuación, ocupar el territorio liberado con las tropas sobre el terreno.

Lograr ese avance, por lo tanto, se retrasa inevitablemente ya que, como estaba previsto, los ocupantes rusos ofrecen una fuerte resistencia.

Irremediablemente, en los primeros días de la ofensiva, las tropas ucranianas parecerán estancarse. Habrá que esperar varias semanas para saber si la ofensiva tiene éxito o no.

Además, los estrategas ucranianos tratarán de evitar, a toda costa, la guerra urbana por las calles de Jersón, que ocasionaría insufribles bajas militares y civiles.

El objetivo, como apuntó Mykhaylo Zhyrokhov, experto militar ucraniano consultado por la BBC, es forzar el repliegue ruso.

«Es como una situación en la que una rata se encuentra acorralada y sólo se le ha ofrecido una salida. El Ejército de Ucrania debería tratar de proporcionar a las tropas rusas esa ruta de retirada, de lo contrario (las tropas rusas) lucharán hasta el último soldado», explicó de forma muy gráfica.

Por el momento, se trata de explotar al máximo las debilidades rusas: combatientes ucranianos han revelado a la BBC que se han encontrado una fuerte resistencia por parte de los rusos, con tropas muy bien equipadas, pero con una notable escasez de efectivos.

Ese testimonio tal vez ilustre lo que se les pasa por la cabeza a los estrategas de Kiev: se trataría de seguir deteriorando las capacidades rusas de reponer material a la vez que siguen rebajando el número de tropas capaces de entrar en combate.