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Vista microscópica de la viruela del monoAFP

196 días de guerra en Ucrania

Rusia acusa a EE.UU. de fabricar armas biológicas secretas en territorio ucraniano

Los organismos propagandistas del Kremlin acusan a EE.UU. de provocar la pandemia de COVID 19 y la epidemia de la viruela del mono

La paranoia se ha instalado en el Kremlin ante los continuos reveses del Ejército ruso en Ucrania y recurre a toda clase de teorías de la conspiración para justificar la falta de una victoria.

Aunque no es nueva, la teoría que más fuerza está cogiendo en los últimos días es la que acusa a Estados Unidos de fabricar y almacenar armas biológicas en territorio ucraniano.

Según esa teoría ampliamente difundida en los canales propagandísticos del Kremlin, Estados Unidos estaría esparciendo por el mundo toda clase de patógenos, entre otros la COVID 19, para desestabilizar a países que amenacen su hegemonía.

Incluso, los servicios secretos estadounidenses habrían entrenado aves para difundir el virus por Rusia.

Según señaló The New York Times, Rusia llegó a acusar a Estados Unidos de desarrollar el virus de la viruela del mono y ocasionar el brote.

Esta delirante campaña de desinformación se viraliza mediante técnicas de fake news en redes sociales.

The News York Times apunta a que, tras la aparición de los primeros casos de viruela del mono, los medios rusos publicaron más de 4.000 artículos argumentando la responsabilidad de Estados Unidos.

En concreto, se daba eco a unas declaraciones del general Igor Kirillov, jefe de defensa biológica del Ejército ruso, que señalaba que el virus tendría su origen en cuatro laboratorios de Estados Unidos en Nigeria.

Esa información se viralizó rápidamente en perfiles prorrusos de Twitter, Facebook o Telegram.

La teoría rusa sobre el origen estadounidense del virus de la viruela del mono se ha difundido de forma amplia en países africanos y de Oriente Medio, donde Rusia desarrolla una amplia campaña de influencia junto con su aliado chino.

En el artículo de The New York Times se señala que esta estrategia rusa de desinformación tiene su origen en la estrategia soviética de la «manguera de falsedades».

Consiste en ahogar al público en afirmaciones diseñadas por los responsables de la propaganda para crear inseguridad, desconfianza y confusión entre los ciudadanos.

Se recuerda, por ejemplo, que ya en 1983 el KGB acusó a Estados Unidos de diseñar y propagar el virus del SIDA.

Ahora, ese método de desinformación se ha adaptado a las redes sociales y a Internet, donde está mostrando una efectividad incluso mayor.