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El presidente ruso, Vladimir Putin durante el Foro Económico Oriental de VladivostokAFP

197 días de guerra en Ucrania

Putin reconoce que Rusia atacó a Ucrania deliberadamente: «Es nuestro deber y lo cumpliremos hasta el final»

El gobierno ucraniano defiende que, tras las palabras del presidente ruso, queda justificada la creación de un Tribunal Especial que juzgue a los responsables del Kremlin por crímenes de guerra

Las piruetas retóricas de los altos funcionarios del gobierno ruso y, en particular, del presidente Vladimir Putin, complica muchas veces la comprensión de lo que de verdad quieren decir y, en ocasiones, les juegan una mala pasada.

Eso es lo que le sucedió al presidente ruso, Vladimir Putin, durante el Foro Económico Oriental, que se está celebrando en la ciudad rusa de Vladivostok.

Con su habitual actitud arrogante y haciendo gala de una gran seguridad en sí mismo y en su argumentación, Putin negó que Rusia iniciara la guerra en Ucrania.

«Nosotros no empezamos nada en términos de operaciones militares, sino que, precisamente, estamos tratando de terminarlo», señaló.

Putin justificó su afirmación con el argumento de que la guerra la empezó Ucrania tras dar un golpe de Estado en 2014 que desalojó del poder en Kiev al autócrata aliado de Moscú Víktor Yanukóvich.

Yanukóvich se vio obligado a dimitir tras la oleada de protestas ciudadanas, conocida como revolución del Maidán, o Euromaidán, tras su decisión de suspender la firma del acuerdo de asociación de Ucrania con la Unión Europea y su sustitución por un acuerdo económico con Rusia.

Sin embargo, la suspensión de la firma del acuerdo con la Unión Europea fue sólo la gota que colmó el vaso de la paciencia del pueblo ucraniano harto de décadas de corrupción, nepotismo y manipulación electoral.

Según Putin, la guerra en Ucrania la desataron hace ocho años una clase política que «no quería un desarrollo pacífico y normal» de la política ucraniana y que «buscaba suprimir a una parte de la población», en referencia a los ciudadanos ucranianos de habla rusa.

El presidente Putin aseguró que Rusia se vio obligada a responder por medios militares a la situación después del fracaso de varios intentos de «hallar una solución pacífica».

Fue entonces cuando el argumento rebuscado le traicionó y le llevó a reconocer la responsabilidad rusa en la agresión a Ucrania que un instante antes había negado: «Lo hicimos deliberadamente (invadir Ucrania), todos nuestros esfuerzos están destinados a ayudar a los habitantes de la región de Donetsk. Ayudar a la gente del Donbás es nuestro deber y lo cumpliremos hasta el final».

Además, negó que la guerra esté perjudicando a Rusia, más bien al contrario. Vladimir Putin defendió que la «operación militar especial» está fortaleciendo la soberanía rusa.

«No hemos perdido nada, ni perderemos nada. Hemos logrado, principalmente, fortalecer nuestra soberanía. Ese es el resultado inevitable» de la guerra en Ucrania, defendió.

Putin también negó que Rusia esté cometiendo una ilegalidad en Ucrania. Afirmó que la «operación militar especial» es legal debido al «precedente de Kosovo», que proclamó su independencia de Serbia en 2008.

El Tribunal Internacional de la ONU, aseguró, decidió entonces que «un territorio de un país puede declarar su independencia sin la obligación de contar con la autorización del Estado al que pertenece».

Por lo tanto, continuó, «si eso es aplicable a Kosovo, ¿por qué no lo debería de ser para las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk?».

Ucrania respondió a las palabras de Putin por medio de su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, que señaló que el reconocimiento de que Rusia lanzó una guerra contra Ucrania de forma deliberada es motivo para crear un Tribunal Especial internacional que juzgue los crímenes de guerra cometidos por los responsables militares y políticos de Rusia.