Kasparov pide la derrota total de Putin: «Es cínico y estúpido. La guerra está perdida»

El campeón mundial de ajedrez, y opositor al régimen de Vladimir Putin en Rusia, Garry Kasparov, no está para frivolidades. Rechaza interpretar la guerra de Ucrania como si fuera una partida de ajedrez y hace una predicción: Rusia perderá. De hecho, asegura, ya lo ha hecho.

«No es lo mismo analizar juegos de guerra que juegos de ajedrez. Sin embargo, a juzgar por lo que he oído y puedo analizar, parece claro que a Ucrania le está yendo mucho mejor», señaló en declaraciones realizadas al diario Kyiv Post.

Kasparov lo tiene claro: «Básicamente, la guerra está perdida» para Rusia. «Si miras todos los objetivos que Putin fijó para la guerra, todos han fracasado. Todos. Sin embargo, continuar la guerra es la única manera de que Putin permanezca en el poder», explicó.

Insistió en que «el mundo libre debe hacer todo lo posible para ayudar a Ucrania a ganar. No hay otra solución: la victoria incondicional de Ucrania y la derrota incondicional de Putin».

La única posibilidad de derrotar al fascismo de Putin es izar la bandera ucraniana en SebastopolGarry KasparovCampeón mundial de ajedrez y opositor ruso

«La única posibilidad de derrotar al fascismo de Putin es izar la bandera ucraniana en Sebastopol, Crimea. Esa es la principal prioridad para cualquiera que quiera ver nuestro planeta a salvo de la amenaza existencial de destrucción de Putin», afirmó al Kyiv Post.

Según el célebre ajedrecista y opositor político, Putin «pretende crear un caos adicional en el mundo libre con la esperanza de que se abra una nueva ventana para él. Es realmente sólo una agonía prolongada».

«Es cínico y estúpido, pero Putin está dispuesto a enterrar a miles de civiles en tumbas en los próximos meses antes de que se libere toda Ucrania, si eso le permite mantener el poder», añadió.

Pese a pensar que Rusia ya ha perdido la guerra y que Putin la alarga artificialmente para aferrarse al poder, Kasparov señala que no hay que bajar la guardia: «Es demasiado pronto para decir que todo está hecho. Todavía quedan por delante muchos meses de lucha intensa, porque Rusia aun conserva muchos recursos para alimentar el fuego de la guerra».

Destaca también que la moral de las tropas rusas está por los suelos, mientras que «los ucranianos están en un punto en el que se muestran dispuestos a asumir cualquier precio para liberar a su país y derrotar al invasor».

Además, dibuja un sombrío futuro para Rusia tras la guerra: «Hay soldados que regresarán mutilados y pobres. No hay datos oficiales, pero la última filtración procedente del ministerio de Defensa sitúa el número de muertos en 50.000. Es un numero grande, incluso para Rusia».

«Los soldados movilizados en la guerra y que resultaron heridos provocarán el caos a su regreso», predijo.

También destacó la eficacia de las sanciones internacionales contra Rusia: «No han destruido el país, pero están mordiendo. Están surtiendo efecto. Esa combinación de factores, el mal desarrollo de la guerra y las sanciones, harán que el poder de Putin se tambalee. Veremos si s capaz de mantener el control».

Asimismo, toma con escepticismo las amenazas nucleares de Putin. «Putin se da cuenta de que sus trucos no funcionan como antes, por eso ya no escuchamos aquellas amenazas audaces y descaradas de los generales y del séquito de Putin, que hablaban abiertamente del empleo de ‘cualquier arma’».