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Una columna de tanques ucranianos en la ofensiva sobre JarkovAFP

202 días de guerra en Ucrania

¿Supone la contraofensiva ucraniana un punto de inflexión en la guerra?

El éxito de la ofensiva ucraniana sobre la región de Jarkov supone un cambio en la libertad de acción, que pasa del ejército ruso al de Ucrania

La propaganda y la desinformación son intrínsecas a toda guerra, tanto si sigue viva o soterrada, porque forman parte de la lucha por el relato. Por tanto, todas las informaciones recibidas en caliente de la guerra entre Rusia y Ucrania hay que ponerlas siempre en cuarentena.

Sin embargo, nos podemos aproximar a la realidad por medio de algunas evidencias y de indicios. Pero, debemos de tener en cuenta que la evolución de una guerra activa es difícil de predecir, y más de una batalla en plena ejecución, porque intervienen muchos factores complejos (morales y materiales).

Trataremos de hacer una valoración estrictamente militar, con los datos disponibles hasta la fecha:

1) Rusia tuvo la libertad de acción para iniciar la invasión de Ucrania y mantener durante, cierto tiempo, una actitud ofensiva.

2) Esta libertad de acción y actitud ofensiva rusas las podemos dar por finalizadas con su retirada ante Kiev, la capital de Ucrania. Entonces, se pasó prácticamente a una situación de frentes estabilizados, con pequeñas ofensivas y contraofensivas de alcances reducidos.

3) Lo normal en los frentes estabilizados es que se encallezcan. Es decir, las líneas de contacto se fortifican, y las fuerzas se despliegan en profundidad y se organizan para frenar y desgastar posibles penetraciones, para finalmente cerrar la brecha.

4) La reciente ofensiva ucraniana supone un cambio sustancial en la libertad de acción, pasando del ejército ruso al de Ucrania. Aunque, sus fuentes oficiales reconozcan que la victoria conseguida no es grande.

5) Fuentes oficiales rusas dan a entender que ese sector estaba débilmente fortificado, con la intención de emboscar y embolsar una tentadora contraofensiva ucraniana. Incluso afirman que sus militares conocían que se estaba preparando la citada ofensiva.

Según esta versión, el ejército ucraniano no consiguió la sorpresa, hipótesis que es difícil de sostener por la rapidez, anchura y profundidad de la penetración, que indican que los atacantes han sufrido poco desgaste, y no han sido frenados, canalizados ni fijados.

6) Esta presunta sorpresa, a pesar de ser en un terreno llano y con los medios tecnológicos actuales de información, parecen reforzar la sospecha que Ucrania cuenta con apoyos exteriores en guerra electrónica y adquisición de objetivos, como puestos de mando de grandes unidades (aunque les echen la culpa a los francotiradores) y buques de guerra.

Podemos considerar que esta ofensiva del ejército de Ucrania puede ser el fiel de la balanza de esta guerra a nivel táctico. Dependerá de la capacidad de Rusia de embolsar la penetración del ejército ucraniano o, al menos, restablecer la situación.

Igualmente, si las fuerzas ucranianas son capaces de mantener las posiciones alcanzadas y, sobre todo, de proseguir la ofensiva, y cruzar los ríos Oskoz y Donets.

Las informaciones rusas sobre el reagrupamiento de sus tropas y confiar las actividades bélicas futuras en la potencia de sus acciones de fuego (artillería y misiles) parecen indicar un agostamiento de sus capacidades ofensivas.

Los percances tácticos en el campo de batalla influyen negativamente en la moral (voluntad de vencer) de la retaguardia. Parece ser que en la población rusa ya hay síntomas serios de disidencia. Problema que actualmente parece que no tiene Ucrania, cuyo gobierno ha sabido laminar cualquier oposición interior a la guerra.

Si no se produce ninguna de las dos alternativas apuntadas, volveríamos a una guerra de desgaste. No podemos perder de vista que esta guerra, como ha ocurrido reiteradamente en la Historia, es una pugna estratégica entre grandes potencias, solventada por intermediarios.

Se trata, en este caso, de desgastar militarmente a Rusia en el campo de batalla de Ucrania, y económicamente en la confrontación con la Unión Europea, sin importar (o sí) el desgaste de estas dos últimas. ¿Está Ucrania incitada a una guerra que no puede ganar? Cuando todo acabe ¿quién pagará la reconstrucción de una Ucrania devastada?