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Muchos de los detenidos en las manifestaciones contra la movilización serán obligados a combatirAFP

211 días de guerra en Ucrania

La movilización decretada por Putin no mejorará las capacidades militares rusas a corto plazo

El Ejército ruso deberá hacer frente al reto de entrenar, armar y alimentar a cientos de miles de nuevos combatientes en un momento de gran debilidad

El anuncio de movilización parcial realizado ayer por el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, podría quedarse en un mero brindis al sol para consumo interno con la única intención de calmar las revueltas aguas entre los sectores más militaristas del país.

Según un informe del Institute for the Study of War (ISW) «la orden de Putin de movilizar parte de la reserva entrenada de Rusia, es decir, individuos que han completado su servicio de reclutamiento obligatorio, no generarán un poder de combate ruso operativo significativo durante meses».

Según el argumento del informe del ISW, «las reservas rusas están mal capacitadas y no reciben entrenamiento de actualización una vez que se ha completado su período de reclutamiento», lo que favorece una paulatina «degradación» de su funcionalidad.

«El servicio militar obligatorio ruso es de solo un año, lo que les da a los reclutas poco tiempo para aprender a ser soldados», apuntó.

Tanto Vladimir Putin como su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, afirmaron que la movilización parcial únicamente afectaría a los reservistas que hayan completado su servicio militar, que no se iba a movilizar a los alumnos de las academias militares y que los primeros reservistas en ser llamados serían aquellos con experiencia de combate.

Sin embargo, señalan en el informe del ISW, «muy pocos reservistas rusos, aparte de los que están sirviendo en este momento en Ucrania, tienen experiencia de combate».

El proceso de entrenamiento de los reservistas, para que sean realmente operativos en combate, y puedan pasar «de la vida civil a la preparación para la guerra», «debería llevar semanas, o meses».

En cambio, el ministerio de Defensa está planeando un entrenamiento breve, de unas pocas semanas, o, incluso enviar a algunos de los reservistas directamente al frente sin entrenamiento de actualización.

La conclusión del informe del ISW es que «la movilización parcial de Rusia no transformará la guerra este año y puede que tampoco tenga un impacto importante en la capacidad de Rusia para continuar las operaciones al nivel actual a lo largo del año que viene».

El ministerio de Defensa británico se expresó en esta misma línea y subrayó que «es poco probable que (los reservistas movilizados) sean efectivos en combate en los próximos meses».

Además, destacó que Rusia deberá enfrentarse a una serie de desafíos logísticos y administrativos para hacer realidad la movilización de los 300.000 reservistas que pretenden llevar a cabo Putin y Shoigu.

Rusia deberá hacer frente, además, a la impopularidad que general la movilización, aunque sea parcial. En ese sentido, el ministerio de Defensa británico cree que Putin «está aceptando un riesgo político considerable con la esperanza de general el poder de combate necesario» para revertir el signo de la guerra.

En definitiva, para el ministerio de Defensa británico «la medida supone admitir que Rusia ha agotado su suministro de voluntarios dispuestos a luchar en Ucrania».