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La candidata de Fratelli d'Italia, Giorgia Meloni, durante el acto de cierre de campaña en NápolesAFP

Elecciones en Italia

Meloni trata de atajar la remontada de la izquierda en el sur de Italia y cierra su campaña en Nápoles

La izquierda italiana pone sus esperanzas en una remontada de última hora en las regiones del sur para frenar la llegada de Fratelli d’Italia al gobierno

Giorgia Meloni no quiere sustos en la recta final de su campaña electoral y mira de reojo las meteduras de pata de sus indispensables aliados para poder llegar al Palazzo Chigi, la sede del consejo de ministros italiano, después del 25 de septiembre.

A la candidata de Fraetlli d’Italia le preocupa la tendencia a la baja que los análisis demoscópicos internos parecen indicar que están sufriendo la Lega de Matteo Salvini y, sobre todo, el otrora todopoderoso Silvio Berlusconi y su Forza Italia.

«Il cavaliere» sorprendió hace unos días con un inexplicable error, a estas alturas, al justificar la invasión de Putin a Ucrania en una entrevista en el programa de televisión Porta a Porta.

Berlusconi expresó su pesar por la situación en la que se encuentra el presidente ruso y señaló que lo único que pretendía Rusia era llegar a Kiev en unos pocos días, deponer al gobierno de Zelenski, sustituirlo por «personas decentes» y luego marcharse.

El patinazo no pasó desapercibido a Meloni. Aunque su formación sigue meteórica hacia la victoria, un colapso de Berlusconi y un enfriamiento de las opciones de Salvini la dejarían a las puertas del Palazzo Chigi y facilitaría la suma de las izquierdas.

El peligro se encuentra, principalmente, en el sur de Italia, donde se encuentran los feudos tradicionales de la izquierda.

Es cierto que, en los últimos años, el mensaje populista sobre la inmigración y las desigualdades norte-sur caló en la población sureña, que comenzó a mirar a los partidos de derecha como posible solución a sus problemas endémicos.

Pero la izquierda sigue siendo fuerte a pesar de haber cedido el control de varias regiones a la derecha. Sin embargo, el principal partido de la izquierda, el Partido Democrático, es fuerte en la Campania napolitana y, precisamente ahí, es donde Meloni ha decidido echar el resto y cerrar su campaña electoral.

Fratelli d’Italia celebró, casi por sorpresa, su acto de cierre de campaña en la localidad de Bagnoli, en la periferia de Nápoles.

El lugar no fue elegido por causalidad. En esta localidad Fraelli d’Italia y el izquierdista Movimento 5 Stelle se juegan un escaño que podría ser decisivo en la foto finish electoral.

Frente a sus condicionales, Meloni recordó que «ahora es vuestro momento». Unos días, una multitud había acudido a Nápoles procedente de todo el sur de Italia para aclamar al candidato de Cinque Stelle, Giuseppe Conte, con su propuesta de «salario ciudadano» como bandera.

Meloni no se dejó amedrentar. Acusó a los «grillinos» (por el fundador del Movimento 5 Stelle, el cómico Beppe Grillo) de comprar votos con el salario ciudadano y de buscar «votos fáciles».

Este sábado, las aguas permanecen tranquilas en la península italiana. Mañana domingo 25 de septiembre, 51 millones de italianos están llamados a las urnas, aunque habrá que esperar hasta el lunes para que se despejen las incógnitas.