Protestas en Irán
Las protestas contra los ayatolás no aflojan en Irán y el Ejército pide intervenir
Las protestas desatadas en Irán desde hace días contra el régimen de los ayatolás no dan síntomas de disminuir, más bien al contrario, siguen extendiéndose por las diferentes ciudades del país y aumentando su intensidad. El saldo de los enfrentamientos con la policía es ya de 35 muertos.
Las manifestaciones, desatadas el viernes 16 de septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, jóven kurda de 22 años, después de ser detenida por la policía de la moral por llevar mal colocado el velo islámico, se han convertido en un movimiento contra el régimen teocrático y contra el poder de los clérigos chiíes en el país persa.
Las autoridades islamistas están tratando de atajar las protestas con brutalidad policial, cortando internet y suspendiendo las clases en las universidades de Teherán, uno de los principales focos del movimiento contestatario.
La gente parece haber perdido el miedo a la policía religiosa. Son muchos los casos en los que las mujeres pasean por las calles iraníes sin velo y, cuando algún islamista se atreve a increparlas, no dudan en enfrentarse a ellos: «No es asunto tuyo», una frase que parece que se ha convertido en un grito de libertad entre las mujeres iraníes.
Las demandas de libertad y derechos humanos se han transformado en una marea imposible de frenar en Irán, tanto por parte de las mujeres como de los hombres.
Las mujeres se desprenden de sus velos y los queman en hogueras encendidas en las calles. Cuando una mujer es agredida por ello, los viandantes anónimos no dudan en salir a defenderla y reducir al agresor.
Por el momento, la situación parece estar lejos de suponer una amenaza para el régimen islamista, sin embargo, el Ejército ya ha movido ficha para intervenir en caso de que las manifestaciones pongan en riesgo la estabilidad del Estado.
El presidente del país, el fundamentalista Ebrahim Raisí, llamó a «actuar de forma decisiva contra los que se oponen a la seguridad y tranquilidad del país».
Según la agencia Tasnim, la policía ha detenido en la provincia de Guilán, uno de los núcleos de las protestas, a más de 700 personas.
Los militares han definido las protestas como «acciones desesperadas de la diabólica estrategia del enemigo para debilitar el régimen islámico» y se han ofrecido para ayudar a la policía a reprimir a los manifestantes.
Los manifestantes, sin embargo, no parecen amedrentarse: «No nos podéis matar a todos», gritan a los policías que no dudan en abrir fuego contra ellos. «Muerte al dictador», corean mientras arrancan e incendian carteles con el rostro del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, una figura casi sagrada.
Los vídeos de los policías disparando a manifestantes, incluso a viandantes que no participan en las protestas, han acrecentado aún más la ira de los ciudadanos iraníes.
Las manifestaciones incluso amenazan con extenderse a países vecinos. En las últimas horas se han registrado protestas incluso en el Kurdistán iraquí.