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Mohammed Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí y nuevo primer ministroAFP

Bin Salman, ideólogo del asesinato de Khashoggi, logra inmunidad al asumir el cargo de primer ministro

El príncipe heredero de Arabia Saudí recibe el nombramiento de primer ministro, un cargo reservado, hasta ahora, al Rey

Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, el hombre más poderoso de la teocrática monarquía del golfo pérsico, e instigador del brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul en 2018, es ahora primer ministro del país.

El nombramiento de Bin Salam ha sorprendido tanto dentro como fuera por dos motivos. El primero es, precisamente, por lo controvertida de su figura tras el caso Khashoggi, de cuya muerte siempre ha negado ser responsable.

En segundo lugar, su nombramiento como primer ministro es algo del todo inusual en Arabia Saudí, ya que ese cargo lo ha desempeñado tradicionalmente el Rey.

Por ese motivo, el nombramiento de Bin Salman es prueba de su inconmensurable poder en el reino saudí, que podría ser superior incluso al del monarca, el anciano Salmán bin Abdulaziz.

A efectos prácticos, poco va a cambiar en la dinámica saudí con este nombramiento. Bin Salman, de 37 años, ha ejercido de facto como máxima autoridad del país desde que el Rey Bin Abdulaziz enfermó.

De hecho, como primer ministro, Bin Salman asumirá más funciones que corresponderían al Rey.

Antes de acceder al cargo de primer ministro, Bin Salman ha sido viceprimer ministro y ministro de Defensa, cargo desde el que impulsó y dirigió la guerra contra los rebeldes hutíes del Yemen.

El fracaso militar en Yemen, junto con el asesinato de Khashoggi, desprestigió notablemente la figura de Bin Salman e, incluso, se habló de que podría caer en desgracia.

Sin embargo, su enorme poder y su capacidad de salir indemne de las situaciones más adversas le permitieron mantenerse en el poder. Con su nuevo cargo como primer ministro, tiene asegurado el control de todos los resortes de la política saudí.

En declaraciones a The Times, el experto del The Washington Institute, Simon Hendeson, señaló que uno de los motivos por los que Bin Salman querría ser primer ministro es el problema al que se enfrentaba al salir del país por miedo a las acciones legales por el asesinato de Khashoggi.

Ahora, como primer ministro, podrá viajar con más seguridad al dotarse de inmunidad legal propia de su nuevo cargo.

A pesar de haber hecho del progresismo y de los derechos ciudadanos una bandera de su labor como príncipe heredero -Bin Salman es el responsable de medidas como permitir que las mujeres conduzcan- Arabia Saudí sigue siendo uno de los países del mundo con menor respeto por los derechos humanos.

La ONG Human Rights Watch, señala The Times, documenta que desde que Bin Salman está al frente del país, «los ciudadanos han experimentado el peor período de represión en su historia moderna».