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Miembros de una comisión electoral cuentan los votos en los falsos referéndums organizados por RusiaAFP

217 días de guerra en Ucrania

Rusia presume de limpieza en los referéndums de anexión considerados una «farsa»

La comunidad internacional se niega a reconocer unas votaciones planteadas como una burda maniobra para justificar su anexión de territorios ucranianos

Una farsa, una ilegalidad y una falsificación. La comunidad internacional no reconoce ni reconocerá los falsos referéndums organizados por Rusia en los territorios que su Ejército ocupa en Ucrania para anexionarlos a la Federación.

Según los organizadores prorrusos de las votaciones en las regiones de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, entre el 87 % y el 99 % habría votado a favor de la incorporación a Rusia.

La votación se ha celebrado desde el 23 de septiembre y hasta ayer, martes 27 de septiembre, en medio de clamorosas irregularidades.

Se han documentado casos de familias que han sido sacadas de sus casas a punta de fusil por los soldados rusos para obligarles a votar, comisarios electorales que obligaban a anunciar el voto en alto, o manipulación del censo electoral.

El Kremlin ha tratado de dar un disfraz de limpieza a la votación convocando a observadores de países aliados y organizaciones prorrusas que se han limitado a alabar a los organizadores de la votación.

Rusia, por su parte defendió los referéndums y, por medio de su embajador ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que las votaciones se celebraron «de manera completamente transparente. Se han respetado todas las normas internacionales».

Además, aseguró que los observadores internacionales se han «sorprendido por el entusiasmo de los electores».

Tras los referéndums, Ucrania reclamó a la Unión Europea, a la OTAN y al G7, por medio de un comunicado del ministerio de Exteriores, aumentar «de forma inmediata y significativa la presión sobre Rusia, específicamente, imponiendo nuevas sanciones que sean duras, y aumentando significativamente la ayuda militar para Ucrania».

Lo cierto es que el referéndum ha chocado con la comunidad internacional, que ha reaccionado de forma unánime condenando el referéndum y tildándolo de fraude.

El alto representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, Josep Borrell, señaló que «la Unión Europea condena la celebración de referéndums ilegales y sus resultados falsificados».

Se trata, señaló en un mensaje publicado en Twitter, «de otra violación de la soberanía de Ucrania y de su integridad territorial, en medio de abusos sistemáticos de los derechos humanos».

Por su parte, la subsecretaria general de la ONU, Rosemary DiCarlo, se negó a reconocer la legitimidad de los referéndums y defendió ante el Consejo General de la ONU que «no pueden considerarse una expresión auténtica de la voluntad popular. No pueden verse como legales según la legalidad internacional».

Tampoco la OTAN ha aceptado la legitimidad de los referéndums y reiteró el apoyo de la Alianza «a la soberanía y al derecho a la autodefensa de Ucrania».

«Los falsos referéndums realizados por Rusia», señaló en un mensaje difundido en Twitter, «no tienen legitimidad y son una flagrante violación del derecho internacional. Estas tierras son de Ucrania», defendió.

Rusia no ha logrado ningún reconocimiento internacional a los resultados de la votación de anexión de los territorios ucranianos a Rusia.

Sus aliados, como China o India, aunque se han abstenido de criticarlos, tampoco han reconocido la legitimidad de la votación y la anexión.

Según el ministerio de Defensa británico, el presidente ruso, Vladimir Putin, podría reconocer formalmente la anexión a Rusia de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón en un discurso este viernes 30 de septiembre.

Rusia pretende utilizar la anexión como herramienta de disuasión frente al Ejército de Ucrania y evitar que las tropas ucranianas sigan reconquistando territorios.

Tanto el presidente Putin, como su portavoz, Dmitry Peskov y el ministro de Exteriores, Sergéi Lavrov, aseguraron que, tras los referéndums, los cuatro territorios pasarían a ser reconocidos por el Kremlin como territorio soberano ruso.

Por ello, un ataque ucraniano sería considerado como un ataque contra territorio soberano ruso, por lo que podría ser motivo de declaración formal de guerra y de empleo de todos los recursos militares necesarios para garantizar la integridad territorial rusa, incluido el empleo de armas nucleares.

Ucrania acusa a Uruguay de complicidad con Rusia

La presencia de un ciudadano uruguayo, Sebastián Hagobian, miembro del partido de izquierdas Frente Amplio, que domina la oposición, entre los observadores presentes en la Ucrania ocupada para validar los referéndums de anexión a Rusia de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Lugansk, ha provocado un choque diplomático entre Uruguay y Ucrania.

El ministerio para la Reintegración de Territorios Temporalmente Ocupados de Ucrania emitió una nota informativa en la que incluía a Uruguay entre los países que están legitimando los referéndums farsa e ilegales.

Por ello, Ucrania acusó a Uruguay de legitimar un «crimen colectivo». Uruguay ha rechazado las acusaciones y aseguró, por medio de la Cancillería del país, que «en forma alguna el gobierno uruguayo ha manifestado apoyo a dichos referéndums, ni han existido acciones o declaraciones que de forma directa o indirecta permitan suponer que las autoridades nacionales avalan estos pronunciamientos a todas luces ilegales».

Uruguay asegura, en la carta de la Cancillería, que el país «no ha enviado observadores» y que Sebastián Hagobian actuó de forma individual.

La Cancillería uruguaya insistió en que ha respaldado «en numerosas oportunidades los principios de integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania y rechaza la ocupación de partes de su territorio».

Asimismo, subrayó que «Uruguay no avala las acciones de cualquier naturaleza destinadas a legitimar la ocupación a través del uso de la fuerza de parte del territorio ucraniano, tal como lo ha expresado reiteradamente en sus posiciones oficiales realizadas ante múltiples foros internacionales».