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Carteles de campaña de Bolsonaro y Lula de las elecciones que se celebran este domingo

Elecciones Brasil

Bolsonaro se revuelve contra el Tribunal Electoral y amenaza con no reconocer el escrutinio

Resulta sorprendente, pero es así. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insiste en desconfiar del sistema electoral de su país y sugiere que podría no reconocer los resultados.

A Bolsonaro, candidato de la coalición Por el Bien del País, las encuestas le dan la espalda de manera más que preocupante y alguna hasta se anima a anticipar que Luiz Inacio Lula da Silva, líder de la alianza Brasil de Esperanza, podría ganar en primera vuelta.

La posibilidad de que Lula, presidente entre 2003 y 2010, consiga la reelección este domingo es reducida, pero no imposible.

El expresidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT) necesita la mitad más uno de los votos para proclamar que tiene garantizado su regreso al Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo en Brasilia.

Encuestas unánimes

La mejor opción se la concede la fima Ipec que le deja con el 48 por ciento de apoyo de apoyo, a un paso de la victoria. Datafolha mantiene guarismo similares y como el resto de las consultoras, refeja una tendencia sostenida de 47 por ciento frente a un 33 para Bolsonaro (Ipec le da al presidente un 31 por ciento). La proporción es similar en el resto de los sondeos lo que ha provocado una enorme preocupación en las filas del actual presidente.

Esto explicaría, en parte, su inconformismo con el sistema electoral ante una virtual victoria de Lula. Dicho esto, en una segunda vuelta el ex militar, que prácticamente inauguró su gobierno con la pandemia de la Covid, tampoco parece que pudiera revalidar su título en un balotaje, según las proyecciones demoscópicas.

Ante ese escenario, de nuevo los sondeos le colocan como perdedor, pero como los partidos hay que jugarlos para ganarlos, Bolsonaro confía en sí mismo y apuesta a esa oportunidad que a día de hoy le resulta esquiva.

El truco de la camiseta

Entusiasta del fútbol, amigo de Neymar y ocurrente, el presidente ha pedido a sus seguidores que acudan a votar con la camiseta de la selección brasileña que lleva los colores azul y verde de su partido.

Enfrentado con el Poder Judicial, los medios de comunicación, un sector de la industria y otro de las finanzas, Bolsonaro sufre la revancha de los que considera sus enemigos.

La prensa le atiza duro y el Tribunal Superior Electoral ha salido al paso para atajar el gol de la camiseta y le ha prohibido realizar transmisiones de campaña desde la sede del Ejecutivo, decisiones que ha encajado de mala manera.

¿Prohibir usar la camiseta de la selección? Eso es interferir demasiado.Jair Bolsonaro

«Señor Alexandre de Moraes -titular del Tribunal Superior Electoral- ¿Prohibir usar la camiseta de la selección? Eso es interferir demasiado. ¿Tiene miedo de qué? ¿Están preocupados por el mar verde y amarillo de personas votando?», le reprochó.

Algunos miembros de la Comisión de Transparencia, creada en 2021 por la propia Justicia electoral para fiscalizar los comicios, -informa Efe- le pidieron a De Moraes reconsiderar esa prohibición, pero el juez ni lo contempla.

Bolsonaro ha optado por tirar de hemeroteca reciente de Lula y señalar el trato de favor que recibe de la justicia

En la recta final de campaña, con las previsiones en su contra y demasiados frentes abiertos, Jair Bolsonaro ha optado por tirar de hemeroteca reciente de Lula y señalar el trato de favor que recibe de la justicia.

Recordó que es «mentira» que Lula haya sido «absuelto» de los cargos por corrupción por los que permaneció preso durante 580 días.

En la misma intervención criticó la suspensión, en plena campaña, de un proceso judicial contra el exgobernante por una deuda con Hacienda de 18 millones de reales (unos 3,6 millones de euros). Por último, añadió que con la connivencia de los jueces Lula busca «que le compensen por el tiempo que estuvo preso.»