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Soldados ucranianos en territorio liberado de la región de JarkovAFP

222 días de guerra en Ucrania

Ucrania toma impulso gracias al armamento occidental, afirma el secretario de Defensa de EE.UU.

Lloyd Austin destaca que las tropas ucranianas han asombrado al mundo por su capacidad de contraataque y por su rápida adaptación al armamento de la OTAN

Ucrania ha logrado dar un vuelco a la situación en el campo de batalla y su Ejército ha tomado la iniciativa frente a unas tropas rusas en paulatino repliegue.

La conquista este fin de semana de la estratégica ciudad de Lyman ha confirmado que el empuje bélico se encuentra ahora del lado ucraniano.

Rusia ha tratado de frenar el avance territorial de Kiev con la anexión formal del territorio que ocupa en las regiones de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jesrsón, y con la amenaza de ataques nucleares.

Sin embargo, Ucrania no frena sus contraofensivas y sigue avanzando en Jersón, Donetsk y Lugansk.

Este cambio de tornas no habría sido posible sin la llegada de armamento occidental, principalmente los sistemas de misiles HIMARS que han causado estragos en todas las líneas rusas.

Mientras Rusia se ha quedado sin recursos militares, sin reemplazos humanos y con unas líneas de suministros muy deterioradas, Ucrania mantiene un buen ritmo en la llegada de equipos y armamento procedente de los países de la OTAN.

Esta realidad la reconoció el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin. En una entrevista concedida a la CNN, confirmó que se ha producido «un cambio en la dinámica del campo de batalla» que favorece a Ucrania.

En la entrevista, Austin reconoció que el cambio se debe a la habilidad de los soldados ucranianos, pero apuntó a un elemento que ha marcado la diferencia entre el Ejército ucraniano y el ruso: el empleo estratégico de las armas suministradas por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.

Los ucranianos, aseguró, «lo han hecho muy bien en el área de Jarkov y han sabido aprovechar las oportunidades. La lucha en la región de Jersón va algo más lenta, pero están progresando».

El responsable de la política de Defensa estadounidense destacó que las tropas ucranianas han empleado tecnologías sofisticadas como los sistemas HIMARS «de manera correcta», lo que les ha permitido destruir «almacenes logísticos y centros de mando y control» enemigos.

Para Austin, la confluencia de esos dos elementos, la afluencia de armamento occidental de tecnología punta, y la formación del personal ucraniano para su correcto empleo en el campo de batalla, ha sido capital para el éxito militar de Ucrania.

Sin la habilidad de las tropas ucranianas para adaptarse al armamento occidental -el Ejército ucraniano ha funcionado tradicionalmente con doctrinas y armamento soviético- la tecnología proporcionada por Estados Unidos y sus aliados no habría dado resultado.

«No se trata sólo del equipo que tienes, se trata de cómo empleas ese equipo», subrayó. En ese sentido, señaló que «los ucranianos han asombrado al mundo por su capacidad de contraataque, por su capacidad para ejercer la iniciativa, por su compromiso con la defensa de su democracia».