Entrevista a Sacramento José Acebo, artista y activista cubano
«El matrimonio gay y la 'gestación solidaria' son experimentos macabros» en Cuba
El «Código de las Familias» adoptado por el régimen comunista desmonta la familia y la cultura, dejando en manos del Estado el adoctrinamiento total de las nuevas generaciones, sin límite alguno
Artista visual y cristiano comprometido en un grupo llamado Bajo la Sombra de Dios, activo en la potenciación de la institución familiar, Sacramento José Acebo ha tenido la osadía de interponer un recurso de cara a la anulación del «referéndum» del pasado 25 de septiembre mediante el cual un 67 % de los votantes aprobó la reforma del Código de las familias.
«Referéndum», entre comillas, porque los contrarios a la reforma apenas pudieron hacer campaña y no hubo control del recuento de la votación.
El texto legal incluye el matrimonio homosexual y una modalidad de gestación subrogada sin compensación económica.
-¿Por qué ha decidido interponer el recurso para anular el referendo del 25 de septiembre?
-Llevaba tiempo intentando otras posibilidades. De repente me pareció ver una brecha legal, técnicamente posible: me refiero a que no pueda ser obstaculizada sin que sea patente, públicamente, una incoherencia con la ley.
-Dice que su iniciativa se apoya en la mismísima Constitución cubana.
-Nuestra Constitución indica que el Consejo Electoral Nacional (CEN), tiene dentro de sus funciones organizar, dirigir y supervisar los referéndums, así como garantizar la confiabilidad, trasparencia, celeridad, publicidad, autenticidad e imparcialidad, de los procesos de participación democrática. Eso le posiciona como responsable del trato y presentación pública de las partes, el uso de los medios de comunicación y con él, la información científica.
-¿Ha cumplido el CEN con esas obligaciones?
.¡Ha incumplido el precepto de imparcialidad delante de los ojos de toda la nación! Aunque la mayoría de la población no conozca que la ley lo indique, se siente estafada o, simplemente, sabe que ha sido un proceso desmesuradamente desequilibrado.
-¿Confía en el CEN?
-Como el CEN tiene independencia funcional respecto a cualquier otro órgano nacional (y dentro de sus funciones también está el tramitar y responder las reclamaciones que se establezcan al respecto, y el declarar la nulidad, cuando se hayan incumplido las regulaciones establecidas, es quien dispone la celebración de nuevas elecciones; pues a él fue dirigido.
-¿Lucha solo en esta batalla?
-Existen un sinnúmero de denuncias en las redes. Algunas de estas son en cuanto a el padrón electoral: la vieja artimaña en que hasta los muertos votan; otras en relación a irregularidades en la identificación de los boletos.
La parcialidad es el único elemento que no tiene discusión
He escuchado a personas quejarse secretamente de fraude en su colegio electoral, pero nada de eso puede probarse, excepto que alguien se decida brindar testimonio; y, aun así, ¿Cómo podría llevarse adelante algo así, si quienes cuentan o recuentan los votos pertenecen «al mismo bando»?. Por eso creo que la parcialidad es el único elemento que no tiene discusión.
-Una parcialidad desprovista de cualquier escrúpulo.
-Ha sido delante de los ojos de todos. Tendrían que desmontar todas las vallas, borrar todas la noticias y programas, hacer olvidar las caravanas, todos los tuits estigmatizantes, cada entrevista a los especialistas que nos saturaron los sentidos, las declaraciones de cada figura pública que usaron para despertar simpatías; no sólo de sus registros, sino de los de quienes les han denunciado en las redes por ello.
-Y eso que, oficialmente, hubo consultas populares previas.
-Terminaron siendo una farsa. Tanto la mía, como la mayoría de las que tuve conocimiento por amigos y conocidos, ni siquiera debieron realizarse, pues la cantidad de personas que asistieron no hacía el cuórum necesario.
Los puntos de mayor discusión que en ellas hubo, y en los que se tuvo que reconocer oficialmente que radicaba la mayor oposición popular, fueron al final, simplemente impuestos a pesar de las opiniones emitidas.
-¿Qué tiene que decir acerca del contenido del Código oficialmente aprobado?
-El Código de las Familias propuesto, mal apodado por sus mismos promotores como el Código de los afectos, atenta directamente contra la familia, y abre puertas a la consolidación de un Estado totalitario, quizás nunca antes visto.
Su relación directa con el Código penal, ya aprobado, es significativa. Cualquiera que lo analice diría que parece, más que nada, un experimento macabro.
-¿Cuál es el punto más peligroso?
-Creo que, dentro de todos, el de mayor importancia era el de la Patria Potestad. Porque este es el derecho donde se estrellan muchos de los otros puntos. Los argumentos usados en los medios de comunicación para extirparla, fueron intelectualmente vergonzosos. Su eliminación, contribuye directamente a la pérdida de las libertades individuales, el desmontaje de la familia y la cultura, dejando en manos del Estado el adoctrinamiento total de las nuevas generaciones, sin límite alguno.
-Por ejemplo, para el Estado.
-Sin la Patria Potestad, el Estado y sus demás órganos e instituciones tienen la herramienta ideológica perfecta para manipular a cada ciudadano.
-¿Qué papel han jugado los medios de comunicación?
-Cada uno de ellos y cada plataforma pública, incluyendo los conversatorios diarios en las escuelas, fueron usados insistentemente a favor del Código, día tras día, en una especie de macro lavado social de cerebro; y en la estigmatización de las personas y argumentos, planteados de un modo falaz, que iban por el no.
-Además participaron en la votación hasta los adolescentes.
-Fue triste escuchar a tantos niños, sobre todo a adolescentes en edad para participar de las votaciones, contarme como, luego de las charlas educativas, algunos de sus compañeros decían que, si se aprobaba el Código, podrían hacer cualquier cosa sin autorización de los padres. Nadie ha hablado del porcentaje que representan los votos de los menores de edad.
-¿Todos los adolescentes votaron Sí?
-Aunque he escuchado de una buena cantidad de adolescentes y jóvenes que fueron por el No, cabe preguntarse qué nivel de información tendenciosa influyó a la mayoría de los que entre ellos fueron por el Sí. Eso sin hablar de cuánta presión psicológica pudo hacerse uso.
-¿Tiene alguna posibilidad de prosperar su recurso?
Supuesta y constitucionalmente hablando, el CEN me debe una respuesta como ciudadano.
-¿Cuáles serían las consecuencias si el CEN le da la razón?
-Una respuesta respetuosa y digna conduciría a un nuevo proceso, que no creo que por tener partes nos divida como nación. En tal caso y continuando con otra conjetura, se vería frente a una convocación inédita, y a una tarea titánica, pues se sabe que todos los medios, instituciones y organizaciones que han estado vinculados, responden al oficialismo. Pero, para eso, lo primero que tendría que hacer es romper con su propio molde oficialista. Y eso, ¡necesita un milagro mucho mayor!