El temido efecto 'fall out' de las armas nucleares tácticas

Las llamadas armas nucleares tácticas, no dejan de ser bombas atómicas con todos sus efectos letales. De hecho, las bombas de Hiroshima y Nagasaki de una carga explosiva equivalente a 15 y 25 kilotones de TNT, respectivamente, caen de lleno dentro de la categoría de armas nucleares tácticas atendiendo al número de kilotones.

Si bien no hay límite exacto de hasta cuantos kilotones llegan estas armas nucleares tácticas, podemos hablar de hasta decenas de kilotones.

Se llaman tácticas porque a diferencia de las estratégicas, están diseñadas para distintas situaciones del combate en el campo de batalla y se pueden emplear relativamente cerca de las tropas propias; su carga explosiva y tamaño es de menor peso y dimensiones.

Sus medios de lanzamiento son normalmente piezas de artillería y lanzadores de misiles de corto alcance en sus distintas variantes, desde plataformas de tierra, mar o aire.

Los efectos de las armas nucleares son instantáneos y diferidos o retrasados. Entre los primeros cabe citar la onda expansiva, la radiación térmica y la iónica que causan una tremenda destrucción segundos y minutos después de la detonación.

Entre los diferidos, el denominado fall out, la radiactividad que se transmite por el aire a otros lugares y sus efectos pueden durar desde horas a años.

Se estima que las bombas de Hiroshima y Nagasaki mataron a unas 246.000 personas, la mitad el primer día, el resto en los meses siguientes debido a la radiactividad.

Entre los habitantes de estas dos ciudades, en los cinco años posteriores a las explosiones los casos de leucemia aumentaron drásticamente y los cánceres de tiroides, pecho y pulmón aumentaron a un ritmo superior al normal. Todo esto sin contar los efectos del fall out en otras ciudades, regiones e incluso países.

El riesgo actual de empleo de estas armas nucleares tácticas en la guerra de Ucrania se ha incrementado significativamente a tenor de los servicios de inteligencia norteamericanos y británico, algo ya enunciado por bastantes hace meses. Sus efectos se pueden sentir no sólo en Ucrania sino en otros países de Europa.