Marruecos alcanza un acuerdo de cooperación nuclear con Rusia y podría construir centrales nucleares
Marruecos quiere nuclearizar su economía y ha dado un importante paso en ese camino al alcanzar con Rusia un acuerdo para impulsar un proyecto de cooperación para construir reactores nucleares en el país magrebí.
El gobierno de Rusia aprobó dicho proyecto de cooperación en el ámbito del empleo pacífico de la energía nuclear con Marruecos, según una disposición del primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, publicada en el portal oficial de información jurídica y recogida por EFE.
Según el documento, queda aprobado el proyecto de acuerdo elaborado por Rosatom, la corporación atómica rusa, el ministerio de Exteriores y otros órganos estatales de Rusia, y que fue consensuado previamente con la parte marroquí para «cooperar en el campo del uso de la energía atómica con fines pacíficos».
El acuerdo prevé la cooperación entre Moscú y Rabat como mínimo en catorce áreas.
En particular, especialistas rusos asistirán a Marruecos en la creación y perfeccionamiento de infraestructuras de energía nuclear, el diseño y la construcción de reactores nucleares, así como de plantas desalinizadoras y aceleradores de partículas.
Asimismo, Rusia prestará a Marruecos servicios en el tratamiento del combustible nuclear y desechos radiactivo.
El acuerdo contempla también asistencia rusa en la prospección y explotación de yacimientos de uranio, en la preparación de personal para centrales nucleares y el perfeccionamiento de especialistas en materia de regulación nuclear y protección radiológica.
El acuerdo se anuncia el mismo día en que se difundió una carta del gobierno marroquí al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que defiende que «Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España».
En la misiva, el gobierno marroquí se refiere a Melilla, y por extensión a Ceuta, como «presidio ocupado».
Las consecuencias de este acuerdo podrían afectar a la relación privilegiada que Marruecos mantiene con Estados Unidos, su socio privilegiado en materia militar y económica.
Marruecos, sin embargo, ve en el proyecto la oportunidad de encontrar una salida a la crisis energética desatada tras el cierre de los gasoductos con Argelia, país que, por otro lado, también mantiene una alianza con Rusia.