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El príncipe saudí, Mohammed bin Salman, y el presidente de EE.UU. Joe BidenAFP

234 días de guerra en Ucrania

Bin Salman trata de alejar toda sospecha de connivencia con Putin y se acerca a Kiev

Riad trata de contrarrestar la sospecha de una alianza con Rusia después del acuerdo con Moscú para reducir la producción de petróleo y subir los precios

Mohamed bin Salman, príncipe heredero de la monarquía de Arabia Saudí y primer ministro del reino teocrático trata de evitar que el desafío a Estados Unidos, su principal aliado y socio estratégico, en el que se ha embarcado, se le vaya de las manos.

Para lograrlo, nada mejor que un apoyo decidido y concreto a Ucrania en su guerra contra Rusia, un apoyo mediante el cual, Riad aspira a convertirse en una pieza esencial para el fin de la guerra, a imagen de la estrategia seguida por Turquía.

Estados Unidos, que mantiene una relación privilegiada con los saudíes, en cuyo territorio tiene cinco bases militares esenciales para los intereses estadounidenses en Oriente Medio, desconfía cada vez más de Bin Salman.

El asesinato del periodista Yamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul en 2018 -cuya orden presuntamente partió del mismo Bin Salman- y el reciente pulso saudí a sus socios estadounidenses por el pacto con Rusia para que la OPEP+ reduzca la producción de petróleo, han agotado la paciencia de Washington.

Según informa EFE, el príncipe saudí ha concedido 400 millones de dólares en ayuda humanitaria a Ucrania. Además, Bin Salman expresó la disposición de Riad a «mediar» entre ambos actores en conflicto y dar su «apoyo a la desescalada» en la guerra con Rusia.

Bin Salman mantuvo una llamada telefónica con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para informarle de la ayuda y reiterar que «la postura del reino se basa en el apoyo a todo lo que pueda contribuir a la desescalada», según la agencia oficial de noticias saudí, SPA.

El heredero y gobernador de facto de Arabia Saudí también subrayó durante su conversación con Zelensky «la disposición del reino a continuar con su labor de mediación», apuntó SPA.

Esa llamada se produce en medio del enfriamiento entre Riad y Washington tras la reciente decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo, medida que llevó a Estados Unidos a decir que revisará su relación con el reino árabe.

La decisión de la OPEP+ de reducir en dos millones de barriles diarios la producción de petróleo se tomó tras un acuerdo alcanzado por Rusia con Arabia Saudí.

El acuerdo despertó las suspicacias sobre la intención de los saudíes de cambiar de socio estratégico y empezar a mirar más a Moscú que a Washington.

Estados Unidos estalló de ira tras el anuncio y, por medio de su portavoz en el Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, acusó a Arabia Saudí de apoyar económica, moral y militarmente a Rusia.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, deseoso de contar con cuantos más apoyos explícitos mejor, saludó positivamente la ayuda saudí.

Zelenski habría agradecido tanto la ayuda monetaria como la disposición a la mediación para encontrar una solución que permita un alto el fuego, señaló la agencia saudí.

Una mediación que, sin embargo, no es nueva. A finales de septiembre, Rusia y Ucrania alcanzaron un acuerdo para un gran intercambio de prisioneros que se alcanzó gracias a la intervención saudí.