China hace desaparecer a Hu Jintao hasta de las redes sociales
El régimen se las ha ingeniado para que las búsquedas a través de internet dentro del país solo muestren resultados anteriores a su expulsión pública
Aunque la expulsión ha sido pública, televisada y a la vista de todo el mundo, el régimen comunista chino no quiere que la gente sepa la última hora sobre Hu Jintao. El Partido se las ha ingeniado para que las búsquedas en redes sociales o a través de internet muestren resultados anteriores a su salida del Salón del Pueblo
Solo media hora después de su expulsión, las redes sociales del país solo mostraban referencias anteriores al 18 de octubre, día en que se publicaron algunas reflexiones sobre desarrollo económico del veterano político.
En la red Weibo –el equivalente chino a Twitter, que allí está prohibido– esta mención es la excepción, ya que la mayoría hace referencia a la presencia de Hu en la inauguración del cónclave político el pasado 16 de octubre. Tras estas dos referencias el nombre del dirigente no vuelve a aparecer.
Mientras, la misma búsqueda en Baidu, el principal buscador del gigante asiático, arroja excepcionalmente como resultado más actual un artículo de este viernes sobre el Congreso publicado en una página web oficial, donde aparece su nombre en un pie de foto. Todo lo contrario ocurrió en redes sociales occidentales como Twitter, donde las cuentas especializadas en información sobre China se llenaron de publicaciones en las que compartían los vídeos del momento de la salida de Hu Jintao.
¿Purga o indisposición?
También abundaron en esa plataforma las teorías y elucubraciones sobre lo sucedido, entre las que triunfa la tesis de que se ha tratado de una purga con escarnio público, aunque hay también quienes defienden que el expresidente dejó el lugar por una posible indisposición.
La inusual escena, que duró alrededor de un minuto al entrar los periodistas en la sala de plenos del Gran Palacio del Pueblo, supone –a falta de detalles o confirmación oficial– la posible purga política de la facción del expresidente chino, antecesor de Xi en el cargo. De confirmarse que lo ocurrido ha sido una purga, el presidente Xi Jinping aseguraría su control absoluto sobre el PCCh durante al menos los próximos cinco años.