Miles de iraníes desafían al régimen peregrinando al funeral de Mahsa Amini
Las autoridades cortaron la carretera que conducía a la ciudad donde se iba a llevar a cabo el sepelio lo que provocó que más de 10.000 personas bajaran de sus vehículos e hicieran el camino a pie
Miles de iraníes desafiaron ayer al régimen de los ayatolás cuando se cumplían 40 días desde el asesinato de la joven kurda Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo. El fin del luto oficial puso en jaque al Gobierno que quiso evitar por todos los medios las imágenes que, finalmente, plagaron ayer las redes sociales y que mostraban cómo tanto hombres como mujeres se desplazaron hasta la ciudad natal de Amini, en el Kurdistán iraní, para rendirle homenaje.
Las advertencias de las autoridades no surtieron ningún efecto entre la población que lleva más de un mes manifestándose en contra de la brutalidad del régimen al grito de «muerte al dictador» o «libertad, libertad». Para evitar una nueva oleada de protestas, las autoridades de la República Islámica decidieron cortar la carretera que conducía hasta Saqez, donde iba a tener lugar el funeral, lo que provocó que alrededor de unas 10.000 personas salieran de sus vehículos e hicieran el camino a pie.
Una peregrinación que se ha convertido en un nuevo símbolo de la resistencia del pueblo iraní, y que el régimen intentó evitar por todos los medios posibles, sin éxito. De hecho, varios medios, entre ellos IranWire, publicaron, días previos al funeral, que altos cargos del régimen habrían presionado a la familia de Mahsa Amini para que no celebrara el sepelio.
Finalmente, unas 2.000 personas se reunieron en la ciudad natal de la joven kurda al grito de «mujer, vida, libertad», como publicó la agencia de noticias Fars. Pero, según recogen algunos medios, durante el momento de culto se produjeron varios choques entre las autoridades y los manifestantes, incluso se reportaron algunos disparos. Hechos que la agencia oficial ISNA desmiente y califica de «enfrentamientos dispersos».
Asimismo, a medida que las imágenes de la peregrinación se fueron haciendo virales, las autoridades cortaron la conexión a internet por «razones de seguridad» en el Kurdistán iraní. Amini, de 22 años, murió el pasado 16 de septiembre después de ser arrestada por ir en contra de las reglas que establecen el uso del hiyab. Este brutal incidente desencadenó un levantamiento contra el férreo régimen de los ayatolás.
El líder supremo iraní, Alí Jamenei, resta importancia a los hechos y culpa a Estados Unidos e Israel de querer desestabilizar a la República Islámica. Sin embargo, el país persa se ha valido de una brutal represión para acallar unas protestas que a día de hoy han causado la muerte de al menos 234 personas, así como la detención de otras miles.