Lula promete «gobernar para todos» en Brasil, mientras Bolsonaro se mantiene en silencio
Lula, que asumirá el poder el 1 de enero de 2023, ha ganado las presidenciales con un 50,90 % de los votos, frente al 49,10 % que ha obtenido el líder derechista
Los brasileños han elegido al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de la nación. Jair Bolsonaro, por su parte, se ha quedado a tan solo dos puntos de su contrincante izquierdista. Se trata del margen de victoria más estrecho desde la redemocratización de Brasil.
Durante su discurso tras la victoria electoral, Lula da Silva se ha comprometido a «restablecer la paz» y gobernar para «todos» en un Brasil dividido, en el que ha sido su primer pronunciamiento tras ganar las elecciones ante el actual gobernante, Jair Bolsonaro, que ha decidido mantenerse en silencio.
«Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva vivir democráticamente», afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) desde un hotel de la ciudad de Sao Paulo.
Lula, que asumirá el poder el 1 de enero de 2023, ganó las presidenciales con un 50,90 % de los votos, frente al 49,10 % que obtuvo el líder ultraderechista.
«A partir de enero de 2023, voy a gobernar» para 213 millones de brasileños; «no existen dos Brasiles, somos un único país, un único pueblo, una gran nación», señaló el dirigente progresista, en compañía de sus principales aliados y su esposa, la socióloga Rosângela Silva.
«Rehacer lazos de amistad»
Lula, vestido con una camisa vaquera, manifestó, en un discurso leído, que «es la hora de reunir a las familias y rehacer los lazos de amistad rotos por la propagación criminal del odio».
«A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar las armas. Armas matan y nosotros escogemos la vida», manifestó.
En sus primeras palabras, también prometió «fortalecer» la lucha contra la violencia machista y «enfrentar sin tregua el racismo y la discriminación» para que «blancos, negros e indígenas tengan los mismos derechos».
«El desafío es inmenso, es necesario reconstruir este país en todas sus dimensiones. Necesitamos reconstruir el alma de este país, el respeto a las diferencias y el amor al prójimo», afirmó en un pronunciamiento que buscó tender la mano a todos en un país extremadamente polarizado.
Lula, que gobernó el país entre 2003 y 2010 y a partir del próximo enero asumirá un nuevo mandato, tendrá como vicepresidente a un antiguo adversario, el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, un liberal de perfil conservador.