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Tropas de la OTAN en un paso fronterizo entre Serbia y KosovoEFE

Serbia pone en alerta a sus fuerzas armadas tras detectar drones kosovares a lo largo de su frontera

La cuestión de las matrículas de los ciudadanos serbokosovares ha avivado la tensión entre Serbia y su antigua provincia de Kosovo

La batalla por las matrículas de los vehículos en Kosovo ha reavivado el polvorín de los Balcanes cuando parecía que el incendio estaba controlado tras la intervención de la misión de la OTAN y de Estados Unidos.

El gobierno de Kosovo, cuya independencia no reconoce Belgrado, insiste en que la población serbia del norte del país deberá cambiar las matrículas emitidas por Serbia por placas kosovares.

El primer ministro kosovar, el nacionalista Albin Kurti, lanzó un ultimátum y advirtió que a partir del 21 de noviembre los 10.000 ciudadanos serbokosovares deberán haber cambiado sus matriculas.

Kurti daba carpetazo de esa manera a la propuesta de Estados Unidos y la Unión Europea de aplazar durante los próximos 10 meses la medida.

Sin embargo, los serbios de Kosovo no se han dado por aludidos y, con el apoyo de Serbia, insisten en que seguirán circulando con las matrículas serbias.

La tensión ha incrementado en las últimas horas. Las fuerzas armadas serbias denunciaron que drones kosovares han volado a lo largo de la frontera entre Serbia y su antigua provincia, y han elevado su nivel de alerta.

Según el ministro serbio de Defensa, Milos Vucevic, los vehículos aéreos no tripulados vistos en los últimos días cerca de la frontera y también en el espacio aéreo serbio tenían la función de observar las posiciones de unidades y cuarteles militares serbios, informó EFE.

En declaraciones a la televisión pública RTS, Vucevic advirtió de que en el futuro esos objetos serán «eliminados». «Protegeremos el cielo bajo el control del Ejército de Serbia», insistió.

Si bien los drones llegaron a territorio serbio desde Kosovo, el ministro no nombró a ningún país o entidad como propietario de esos vehículos aéreos usados supuestamente para espiar a las fuerzas serbias.

Por otro lado, negó supuestas informaciones de prensa sobre una reacción serbia a la aparición de esos drones con patrullas de cazas Mig-29, afirmando que esos vuelos son habituales en operaciones regulares de la policía, además de ser innecesarios para eliminar drones, algo que es posible lograr con otros instrumentos.

Rechazó también que se haya ordenado un despliegue de las fuerzas serbias en la frontera con Kosovo.

«Pido a todos los participantes, ante todo a Pristina, pero también a los países de la Quinta (EE. UU., Reino Unido, Alemania, Francia e Italia), volver a la mesa de negociaciones para que cese la política de actos unilaterales y la constante elevación de las tensiones», dijo Vucevic.

La antigua provincia serbia de Kosovo, poblada por una mayoría albanesa, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce, y ambos países mantienen un difícil diálogo para normalizar sus relaciones bajo el amparo de la Unión Europea.

También la primera ministra serbia, Ana Brnabic, declaró anoche que su nación derribará los drones «si se repiten esas cosas, porque es algo que haría cualquier país».