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El líder norcoreano, Kim Jong Un, inspecciona una unidad de defensa aérea en el área occidental de Corea del Norte.

El líder norcoreano, Kim Jong Un, inspecciona una unidad de defensa aérea en el área occidental de Corea del Norte.GTRES

Corea del Norte: ¿Oportunismo o riesgo inminente?

La guerra en Ucrania y las tensiones en torno a Taiwán han creado la oportunidad perfecta para que Corea del Norte cree problemas, a sabiendas de que Estados Unidos y otras potencias occidentales tiene otros frentes abiertos

Unos meses atrás, el pasado 24 de marzo, con el mundo entero centrado en Ucrania, Corea del Norte lanzó su primer misil balístico intercontinental ICBM. Se trataba de un misil de largo alcance diseñado para transportar armas nucleares. Desde entonces han sido numerosos los lanzamientos de misiles y el hostigamiento del régimen de Kim Jong a Corea del Sur y a las islas del Japón.

Hace pocas horas, las alarmas antiaéreas sonaron en las prefecturas de Miyagi y Yamagata, en el norte de Japón. Las noticias fueron interrumpidas para pedir a los ciudadanos que se refugiaran.

El último misil lanzado hace unas horas no llegó a entrar en el espacio aéreo japonés. Según fuentes militares surcoreanas, el misil falló en pleno vuelo y cayó de nuevo a tierra, tocando el Mar de Japón.

La guerra en Ucrania y las tensiones en torno a Taiwán han creado la oportunidad perfecta para que Corea del Norte cree problemas, a sabiendas de que Estados Unidos y otras potencias occidentales tiene otros frentes abiertos.

Además, en este contexto, es probable que ni Moscú ni Pekín acepten imponer sanciones adicionales a Corea del Norte en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos, de hecho, ya estaban relajando la aplicación de sanciones a Corea del Norte. Lo que ha supuesto una invitación para que Kim Jong lleve a cabo esta peligrosa oleada de provocaciones.

. Hay múltiples razones para temer que se pase de las pruebas al conflicto. En general Occidente ha de estar en alerta

Ahora que Corea del Norte intensifica sus pruebas con misiles balísticos intercontinentales y la administración Biden debe estar preparada para un estallido en la península coreana. Hay múltiples razones para temer que se pase de las pruebas al conflicto. En general Occidente ha de estar en alerta.

Para Kim, la experiencia de Ucrania no hace más que reforzar las lecciones que sus compañeros dictadores de Irak y Libia aprendieron por las malas: los países que renuncian a sus programas de armas nucleares se vuelven vulnerables, y sus líderes se enfrentan a graves riesgos de ser derrocados y asesinados.

Por eso, se calcula que Pyongyang tiene ya hasta 60 cabezas nucleares y produce suficiente material fisible para fabricar media docena de nuevas bombas al año. Kim está avanzando en la colocación de múltiples ojivas en un solo misil ICBM.

Según los expertos Corea utiliza lo que se conoce como un vehículo de reentrada múltiple independiente. Sistema que probablemente obstaculizaría las limitadas defensas antimisiles de Estados Unidos y aumentaría la capacidad de Corea del Norte para atacar el territorio continental de Estados Unidos con misiles nucleares. Una tecnología aún no perfeccionada pero que convertiría a Corea del Norte en uno de los tres países del mundo, junto con China y Rusia, capaces de atacar directamente a Estados Unidos.

Pero lo que ha pasado hace unas horas, disparar misiles balísticos hacia tus vecinos sin previo aviso, representa provocación extrema y peligrosa, y está completamente fuera de las normas de comportamiento internacional.

Es también una amenaza para la aviación y la navegación. Si los misiles se rompen, pueden llover escombros sobre los que están debajo. En segundo lugar, esto se produce un día después de que Corea del Norte lanzara un número récord de misiles al mar frente a la costa de Corea del Sur.

El líder norcoreano Kim Jong-un quiere ser centro de atención gracias a la exhibición de sus capacidades militares. Está jugando con fuego y su actitud añade un elemento grave a esta «era de riesgo catastrófico» en la que estamos viviendo.

¿Qué pretende Pyongyang?

¿Qué pretende Pyongyang? ¿Abrir otro frente de guerra? ¿Es verdad que la guerra llama a la guerra? Estamos ante un aumento deliberado de la tensión que hace temer lo peor a los analistas. Muchos piensan que se esté preparando una prueba nuclear o una prueba completa de misiles balísticos de largo alcance en el Pacífico.

Los más optimistas piensan que Kim, como en otras ocasiones, busque protagonismo creando tensiones a «nivel aterrador», para luego pedir concesiones de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.

También, opinan que la tecnología norcoreana no es capaz de soportar las altas temperaturas de reingreso en la atmosfera, como se ha visto en estas pruebas.

La administración Biden, no ha presentado ninguna iniciativa significativa sobre Corea del Norte

Lo cierto es que, la administración Biden, no ha presentado ninguna iniciativa significativa sobre Corea del Norte. La política actual se sitúa en un «enfoque calibrado y práctico», entre la «paciencia estratégica» del Barack Obama y el «gran acuerdo» del «todo o nada» de Donald Trump.

En Japón, esta agresividad sí está teniendo un profundo impacto en su política. La derecha japonesa ha pedido que se elimine la constitución pacifista de la posguerra y que el país se rearme. En Japón crece el sentimiento de seguridad y tienen toda la justificación que necesitan para y duplicar el presupuesto de defensa durante la próxima década y la adquisición de armas de ataque de largo alcance.

Los informes sugieren que Japón está negociando la compra de cientos de misiles de crucero Tomahawk a Estados Unidos. Esto significaría que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Japón tendría la capacidad de atacar objetivos en el interior de China y Corea del Norte.

¿Como aplicar una política de contención y disuasión a un líder tan poco comedido, como Kim Jong-un?

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