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Soldados ucranianos en la línea de frente de JersónEFE

258 días de guerra en Ucrania

Rusia desata una cacería de civiles leales a Kiev en la ciudad ocupada de Jersón

Las tropas rusas de ocupación fuerzan a la evacuación a toda la población de Jersón. Muchos terminan deportados a Rusia

Las tropas rusas han emprendido una cacería contra civiles leales al gobierno de Kiev entre los habitantes de Jersón, donde el Kremlin ha emprendido un proceso de evacuación y deportación a la Ucrania ocupada y a Rusia de toda su población.

Según señaló la CNN, las autoridades militares rusas han impuesto un proceso de filtrado de gran intensidad en toda la región de Jersón que mantienen bajo su control para erradicar las actividades partisanas que puedan poner en riesgo su retirada.

Los soldados rusos están fortificando la ciudad para convertirla en un baluarte que les permita trasladar todos sus equipos y personal a la orilla sur del río Dniéper antes de completar su retirada.

En ese sentido, se espera que, cuando las tropas ucranianas emprendan su asalto a la plaza, la batalla por Jersón se convierta en una de las batallas más decisivas de la guerra, comparable con la batalla de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial.

Las tropas rusas están peinando bloque tras bloque todas las viviendas de Jersón donde aún puedan esconderse civiles ucranianos que se niegan a ser deportados a Rusia.

Ante las deportaciones masivas decretadas por Rusia, el gobierno de Kiev ha pedido a los civiles de Jersón que traten de abandonar la ciudad para no ser «evacuados» por los rusos.

Sin embargo, testigos locales comentaron a la CNN que lo peor no se produce en la capital de la región, sino en las aledas y localidades menores al norte del río Dniéper.

Es en estos pequeños núcleos de población donde los soldados rusos adoptan una actitud más agresiva hacia los civiles, lo que ha desatado la preocupación por un posible proceso de limpieza étnica en la zona con crímenes de guerra similares a los detectados en Bucha, Mariúpol o Izium.

Una de las residentes en una localidad rural de Jersón denunció a la CNN que los soldados primero expulsan a los civiles de sus casas, los mandan a Rusia y se instalan en las viviendas desalojadas, o proceden a saquearlas.

«Los soldados llegaron en masa a los pueblos y se instalaron en casas vacías, o expulsaron a sus propietarios antes de ocuparlas», denunció.

Los soldados rusos registran a los civiles, miran en sus teléfonos móviles o les obligan a desvestirse para inspeccionar sus tatuajes.

Todo por un objetivo: encontrar pruebas que muestren que el civil es un miembro de la resistencia partisana o un ucraniano pro Kiev.

Los residentes señalan también que los soldados rusos son muy jóvenes, muchos tienen entre 18 y 20 años. Los mayores no superan los 30 años.