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Tanques ucranianos en el frente de JersónAFP

271 días de guerra en Ucrania

La guerra en Ucrania vuelve a centrarse en el Donbás tras la reconquista de Jersón

Las tropas rusas levantan fortificaciones en su línea defensiva de Lugansk ante el empuje ucraniano

La guerra en Ucrania no da tregua. Los bombardeos se suceden sin descanso día tras día y las principales batallas, tras la retirada rusa de Jersón, se vuelven a concentrar en el este, en Donbás.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció que las fuerzas rusas lanzaron el domingo 400 ataques en el este de Ucrania en una oleada especialmente intensa que anuncia un intenso caliente.

«Las batallas más feroces», afirmó Zelenski, «se están produciendo en la región de Donetsk. Aunque hay menos ataques debido al deterioro del clima, el número de bombardeos rusos sigue siendo, lamentablemente, extremadamente alto».

Según pudo saber The Guardian, Rusia está trasladando tropas a las regiones de Donetsk y Lugansk procedentes de Jersón, de donde se replegó la semana pasada.

Sin embargo, las tropas ucranianas siguen avanzando en Lugansk: «Estamos manteniendo la línea, destruyendo de manera consistente y muy calculada el potencial de los ocupantes», aseguró Zelenski.

El presidente ucraniano señaló también que, desde el inicio de la guerra, Rusia lanzó más de 4.700 misiles contra Ucrania.

Según el ministerio de Defensa británico, aunque en la última semana la atención ha estado puesta en la retirada rusa de Jersón y la reconquista ucraniana de la ciudad sureña, el Donbás ha registrado intensos intercambios de artillería que hacen pensar que el frente se podría reactivar con fuerza en los próximos días.

En concreto, el fuego de artillería se ha concentrado en el sector de Svatove, en la región de Lugansk, desde donde las tropas ucranianas tratan de avanzar procedentes de la región de Jarkov.

Otra señal de que se prepara una importante ofensiva en el Donbás es que las fuerzas rusas están intensificando la fortificación de sus líneas con la construcción de nuevas posiciones defensivas.

Estas posiciones defensivas, apunta la inteligencia militar británica, estarían ocupadas, sin embargo, por reservistas recientemente movilizados y mal entrenados.

En ese sentido, la inteligencia británica incide en que, tras el repliegue en Jersón a posiciones más fáciles de defender, el punto más vulnerable de las fuerzas rusas es, precisamente, el sector de Svatove en Lugansk.

Sin embargo, el informe británico descarta una posible retirada rusa de Svatove similar a la de Jersón, ya que se trata de un importante centro de población en Lugansk y los estrategas rusos consideran una prioridad retenerlo.

En ese sentido, el Reino Unido apunta a una importante carencia de las tropas rusas que se encontrarán próximamente con dificultades insalvables para mantener la defensa de Svatove a la vez que tratan de mantener el empuje ofensivo en Donetsk.

«Las capacidades ofensivas y defensivas rusas continúan obstaculizadas por la grave escasez de municiones y personal cualificado», concluye el informe de inteligencia del ministerio de Defensa británico.

Explosiones en Zaporiyia

Por otro lado, la central nuclear de Zaporiyia volvió a desatar las alarmas de un posible desastre radiactivo al registrarse una serie de fuertes explosiones tanto en el área que rodea la central como dentro de las instalaciones.

Mientras que Rusia y Ucrania se han apresurado a responsabilizar al otro de los bombardeos, el jefe de la OIEA, Rafael Grossi, advirtió que bombardear la central nuclear es «jugar con fuego».

En este momento, los seis reactores de la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, están apagados. Sin embargo, la interrupción de los sistemas de refrigeración como consecuencia de un bombardeo podría ocasionar una fusión del núcleo.