Disturbios en Bruselas
La policía belga responsabiliza a los políticos de la violencia de los aficionados marroquíes
Los policías belgas se vieron desbordados la noche del domingo durante el disturbio de jóvenes marroquíes en Bruselas tras la victoria de la selección de Marruecos sobre la de Bélgica en el Mundial de Fútbol de Qatar.
A pesar del fuerte dispositivo policial en la capital belga, y en otras ciudades del país, ante los previsibles disturbios durante el partido, la violencia ha superado todas las previsiones. Los cientos de aficionados marroquíes, o belgas de origen marroquí, dejaron todo arrasado al paso de sus celebraciones.
Comercios saqueados, vehículos destrozados, barricadas incendiadas y un reguero de basura. Los aficionados emplearon técnicas de guerrilla urbana en su enfrentamiento con la policía e, incluso, llegaron a utilizar material pirotécnico como arma.
Ante tanta destrucción, el saldo de detenidos resulta irrisorio: unas 12 personas. Sin embargo, poco más podía hacer la policía maniatada por una estricta legislación que limita mucho la capacidad coercitiva de las fuerzas del orden.
El vicepresidente del sindicato policial VSOA, Vincent Houssin, en declaraciones a la radio belga recogidas por el diario local Nieuwsblad, responsabilizó a los políticos de los disturbios: «Entierran la cabeza en la arena. Practican la política del avestruz».
Denunció que «las fuerzas del orden deben soportarlo todo. Hay más de 20 zonas prohibidas en Bruselas».
Recordó que hace dos semanas un policía fue asesinado en una de esas zonas y los políticos no sólo no reaccionaron, sino que negaron el crimen.
«Los políticos tienen una responsabilidad muy grande en esto. Son grandes pandillas que dominan el crimen. Muchos de ellos son viejos conocidos de la policía, pero no les podemos identificar», lamentó.
Sin embargo, la ministra belga del Interior, Annelies Verlinden, rechazó las críticas, afirmó que la policía estaba preparada pero que «no hay forma de luchar contra un grupo de delincuentes como los que hemos visto».
Además, mostró su confianza en las políticas de integración desarrolladas por el gobierno belga: «Todavía tengo mucha confianza en mis compañeros de integración y política metropolitana, aunque tenemos que ver cómo lo podemos hacer mejor».