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Recreación del TU-141 Strizh, en pleno vueloKindelán

290 días de guerra en Ucrania

Así es el letal dron Tu-141 Strizh con el que Ucrania golpea las bases militares en el interior de Rusia

Ucrania empleó drones Tu-141 Strizh de origen soviético para destruir objetivos militares en territorio ruso

Ucrania intenta responder a los bombardeos rusos sobre la infraestructura energética nacional con un poco de su misma medicina.

En los últimos días, en concreto el 5 y 6 de diciembre, se ha registrado explosiones en la base militar de Dyagilevo, región de Riazán, y en el aeródromo de Engels, región de Sarátov, en unos ataques que Moscú ha atribuido a Kiev, aunque Ucrania no lo ha reconocido.

Además, se produjeron también ataques presuntamente ucranianos en las regiones de Briansk y Kursk, donde se destruyó un depósito de petróleo anexo al aeródromo militar.

Dron ucraniano de origen soviético Tu-141 StrizhKindelán

Dron ucraniano de origen soviético TU-141 StrizhKindelán

Con su habitual tono sarcástico, el jefe de la oficina del presidente Volodímir Zelenski, Podoliak, afirmó en un mensaje en Twitter que «la Tierra es redonda. La astronomía no se estudia en el Kremlin, donde se prefiere consultar a los astrólogos de la corte. Si lo hicieran, sabrían que cuando se lanza al espacio aéreo de países vecinos un objeto volador, tarde o temprano este terminará regresando al punto de partida».

Ambas instalaciones militares se encuentran muy lejos de la frontera ucraniana, en ambos casos a más de 400 kilómetros de distancia, y el éxito de la operación demuestra que Ucrania mantiene la capacidad de atacar objetivos en el interior de la Federación Rusa.

En el caso del ataque contra la base militar de Dyagilevo, murieron tres soldados rusos y se destruyeron dos aviones.

En el aeródromo de Engels, desde donde se efectuaron varios de los lanzamientos contra objetivos civiles ucranianos, Ucrania logró destruir varios bombarderos con capacidad nuclear Tu-160 y Tu-95.

Siempre según el Gobierno ruso, Ucrania se habría servido de viejos drones de fabricación soviética Tu-141 Strizh para realizar estos ataques.

Con un peso de 5.370 kilogramos, 14,3 metros de longitud y 3,9 metros de envergadura, el Tu-141 Strizh es un arma letal impulsada por un motor turbojet KR-17A con una velocidad máxima de 1.110 kilómetros por hora, un alcance de 1.000 kilómetros y capaz de alcanzar una cota de 6.000 metros de altura.

Está recubierto con materiales que lo hacen invisible a los radares y está dotado de cámaras panorámicas.

Además de la evidente destrucción a la infraestructura rusa, estos ataques tuvieron un importante efecto psicológico al poner en evidencia la ineficacia de los sistemas de defensa antiaérea de Rusia que permitieron el acceso de drones ucranianos cientos de kilómetros en el interior de las fronteras rusas.