299 días de guerra en Ucrania
Moldavia denuncia que Rusia se prepara para invadir su territorio en 2023
Los reveses en la invasión a Ucrania no parecen frenar las ansias expansionistas del presidente ruso Vladimir Putin y de su guardia pretoriana del Kremlin.
298 días de guerra en Ucrania
Putin trata de forzar a Lukashenko a que entre en la guerra de Ucrania
Hace unos días, el general Valeriy Zaluzhny, comandante en jefe de las fuerzas ucranianas, advertía que Rusia se preparaba para lanzar una nueva ofensiva sobre Kiev, junto con tropas bielorrusas, a principios de 2023.
Ahora han sido las autoridades moldavas las que han advertido que Rusia pretende lanzar una invasión sobre Moldavia, también a principios de 2023, desde Transnistria, una franja oriental moldava ocupada por tropas rusas desde los años 90 del siglo XX.
El director del Servicio de Inteligencia y Seguridad de Moldavia, Alexandru Musteata, señaló a la televisión moldava que «la pregunta no es si la Federación Rusa lanzará o no una nueva ofensiva hacia el territorio de la República de Moldavia, sino cuándo sucederá: puede ser a principios de año, en enero, en febrero, o tal vez más tarde, en marzo o abril».
«En cualquier caso», continuó, «la información que tenemos apunta a que la Federación Rusa tiene intención de ir más allá con el objetivo de crear una unión con la región de Transnistria, que es territorio de la República de Moldavia».
Por lo tanto, concluyó, «sí, podemos decir que tienen la intención de llegar hasta aquí y conectarse».
Las advertencias de Musteata, sin embargo, cuentan con varios puntos débiles y contradicciones.
En primer lugar, aunque el Ejército moldavo es muy exiguo –apenas 6.000 soldados activos– y cuenta con un equipo obsoleto, Rusia mantiene apenas poco más de 1.000 soldados en Transnistria, aislados y mal equipados. En ese contexto, es poco probable que Rusia pueda lanzar una invasión exitosa a Moldavia.
Una ofensiva de esa naturaleza es imposible a corto y medio plazo en un momento en que es el Ejército ucraniano el que mantiene la capacidad ofensiva, mientras que las tropas rusas permanecen atrincheradas al sur del río Dniéper.
Precisamente, hace un mes, a mediados de noviembre, las tropas rusas se replegaron de todo el sector norte de Jersón, perdiendo la cabeza de puente para toda ofensiva hacia Odesa.
Además, las tropas ucranianas están preparando una nueva contraofensiva en Zaporiyia y Jersón que podría forzar a las tropas rusas a replegarse aún más. Un contexto nada favorable para emprender una nueva aventura imperialista contra otro país vecino.