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El presidente Putin ha puesto en su diana a las grandes fortunas rusas que no se comprometen con la guerra en UcraniaGTRES

306 días de guerra en Ucrania

Putin prepara la expropiación de propiedades a los oligarcas rusos contrarios a la guerra

El Kremlin busca erradicar toda oposición en las élites empresariales rusas como forma de prevenir un posible movimiento contra Putin

El Kremlin no admite disidencia interna. El régimen de Vladimir Putin, en su guerra contra aquellos que osan criticar la guerra en Ucrania, se apropiará de los bienes de los oligarcas rusos que se opongan a la «operación militar especial» iniciada el 24 de febrero de 2022.

Según el Institute for the Study of War (ISW), Putin está experimentando una creciente preocupación por la disminución del apoyo a la guerra entre las elites rusas.

En el Kremlin, que han dedicado grandes esfuerzos durante décadas a comprar las voluntades de dichas élites, se ve como una traición que aquellos que se han enriquecido gracias al régimen oligárquico construido en Moscú ahora muestren signos de miedo y arrepentimiento y traten de distanciarse del presidente Putin.

Para atajar un posible movimiento contra la presidencia, Putin, afirma el ISW, está preparando el terreno para iniciar un proceso de nacionalización de propiedades de aquellos oligarcas que no muestren el entusiasmo imperialista de los sectores más nacionalistas del gobierno ruso.

Durante una entrevista de televisión en el canal estatal Rossiya 1, el presidente Putin se mostró muy crítico con aquellos ciudadanos rusos que sólo se mueven por sus propios intereses y que no expresan un compromiso con la guerra.

En la entrevista, Putin aseguró que el 99,9 % lo sacrificaría todo por la patria. El 0,1 % restante serían determinados miembros privilegiados de la sociedad rusa que no apoyan completamente la guerra.

Putin habría mostrado su alineación con el pensamiento del fundador del Grupo Wagner, el oligarca de la órbita del Kremlin Yeveniy Prigozhin.

Prigozhin se había expresado partidario de confiscar propiedades de lujo y residencias de las élites que viven al margen de la guerra y no se implican a favor del Ejército ruso en Ucrania por miedo a que les afecten las sanciones internacionales.

Antes, Putin ya había apuntado contra las grandes fortunas rusas que tratan de no implicarse demasiado en la guerra. Acusó a los oligarcas ruso de sacar dinero al extranjero y de establecer conexiones con potencias occidentales que suponen un peligro para Rusia.

Según el ISW, Putin podría estar planeando un movimiento similar al ejecutado en el año 2000, poco después de llegar al poder, cuando inició un proceso de nacionalización de grandes empresas para construir un entramado oligárquico leal a su presidencia.

La medida está en consonancia con el proyecto de ley que se está elaborando en la Duma estatal (el Parlamento ruso) para aumentar los impuestos a aquellos ciudadanos rusos que han abandonado Rusia tras el inicio de la guerra.