El primer ministro húngaro Orbán visita la capilla ardiente de Benedicto XVI
El cristianismo llora la pérdida del Papa emérito
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, visitó este martes la capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado con 95 años, para darle su último adiós antes del funeral que se celebrará el próximo jueves en la plaza de San Pedro en el Vaticano.
Orbán llegó a la basílica de San Pedro acompañado por su esposa y permaneció de pie algunos minutos delante del féretro, situado sobre un catafalco de tela dorada a los pies del Altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini, sobre el lugar en el que según la tradición fue sepultado San Pedro.
El mandatario húngaro, de confesión calvinista, se sentó después en la zona habilitada para las autoridades en la capilla ardiente, que abrió hoy por segundo día después de que este lunes la visitaran 65.000 personas, una cifra que dobló las previsiones iniciales.