Dos años después del asalto al Capitolio aún quedan preguntas por responder y responsables por encontrar

Han pasado dos años desde que una multitud enfurecida de partidarios del entonces presidente Donald Trump irrumpió en las instalaciones del Capitolio, saqueó oficinas y causó estragos en uno de los símbolos de la democracia estadounidense.

Mucho ha pasado desde ese fatídico 6 de enero de 2021: Trump fue acusado, expulsado de Twitter bajo la acusación de incitar a la violencia y luego investigado por el comité de la Cámara del 6 de enero, que recientemente pidió que el ex mandatario sea procesado penalmente en relación con esos hechos.

Centenares de manifestantes fueron arrestados y acusados de la insurrección, pero la policía sigue buscando a 350 sospechosos, entre ellos el responsable de colocar una bomba casera cerca de la sede del Congreso el día previo al ataque.

En los últimos 24 meses hubo más de 950 arrestos, dijo el secretario de Justicia, Merrick Garland, en un comunicado el miércoles, dos días antes del segundo aniversario del asalto.

«Nuestro trabajo no ha terminado» y «seguimos decididos a enjuiciar a todos los responsables del asalto a nuestra democracia», agregó Garland.

Más de la tercera parte de los detenidos ya fue juzgada por cargos que van desde simple «ingreso sin autorización» a «sedición», mientras que 192 recibieron penas de prisión, según una declaración separada del fiscal federal de Washington, que supervisa esta investigación.

El FBI, que aún busca identificar los centenares de sospechosos que aún faltan por detener, volvió a pedir este miércoles la ayuda del público.

También aumentó de 100.000 a 500.000 dólares la recompensa para quien aporte información que permita arrestar a quien colocó una bomba artesanal la noche del 5 de enero de 2021, cerca del Congreso, que nunca explotó.

El papel de Trump en el asalto

Ese día, exactamente hace dos años, centenares de simpatizantes de Trump sembraron caos y violencia en el Capitolio, en momentos en que los legisladores certificaban la victoria de su rival demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

El mes pasado, el Comité legislativo encargado de investigar lo sucedido concluyó su investigación pidiendo al Departamento de Justicia que procesara a Trump por cuatro cargos: conspiración para defraudar a EE.UU.; conspiración para hacer declaraciones falsas; obstrucción de un procedimiento oficial; e incitar a una insurrección.

La recomendación del comité de la Cámara de Representantes no obliga legalmente al Departamento de Justicia a enjuiciar a Trump, quien aún no ha sido legalmente responsable de la insurrección.