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Rastros de sangre, cientos de casquillos y vehículos con impactos de bala en un patio de la casa donde fue detenido Ovidio Guzmán,EFE

México

Así quedó la casa de Sinaloa donde capturaron a «El Ratón», el hijo del «Chapo» Guzmán

Restos de sangre dentro y fuera de la vivienda, vehículos apostados en uno de los patios y en el exterior, atravesados por una lluvia de impactos de bala y patios tapizados de casquillos

Rastros de sangre, cientos de casquillos y poco más de una decena de vehículos blindados con impactos de bala, se encuentran todavía en la casa donde fue detenido Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín «Chapo» Guzmán, en Sinaloa, al norte de México.

El poblado de Jesús María, a unos 20 kilómetros al noroeste de Culiacán, capital del estado, es testigo de los estragos de la operación de esta semana donde los agentes del Ejército y de la Guardia Nacional atraparon al capo mexicano.

Es justo recordar que la «balacera» sólo terminó cuando «El Ratón», apodo del narcotraficante, llamó por teléfono a sus lugartenientes y les pidió que cesara el fuego que impedía su traslado.

Un detalle de la cantidad de casquillos de bala que quedaron esparcidos por la fincaEFE

El asalto dejó 29 muertos, una decena de ellos pertenecientes a las Fuerzas Armadas mexicanas. Los otros 19 cadáveres pertenecen a miembros del cártel que se resistían a dejar que su jefe fuera trasladado sin dar la batalla a tiros.

En simultáneo unos 30 vehículos fueron objetivo de rafagas de metralletas y varios terminaron pasto de las llamas. Algunos quedaron sobre la carretera tras el enfrentamiento que duró cerca de 10 horas.

Huellas de charcos de sangre en la tierra y vehículos con impacto de bala frente a una de las fachada de la casa donde fue capturado Ovidio Guzmán, el pasado 5 de enero en Culiacán, Sinaloa (México).EFE

En el interior de la finca quedaron esparcidos decenas de casquillos y autos deportivos dañados, además de otros vehículos que tienen pegadas calcomanías de un ratón, alusivo al apodo con el que se conoce a Ovidio.

Agentes del Ejército Mexicano continuaban realizando este fin de semana inspecciones en la zona donde se presume que se ocultarían alijos de estupefacientes y armamento.

Tras su captura, Ovidio Guzmán fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 del Altiplano -conocido también como el penal de Almoloya-, ubicado en el Estado de México, donde también estuvo recluido su padre, quien se fugó de ahí en 2015.

Entrada principal de la finca donde fue capturado Ovidio Guzmán, hijo del 'Chapo', donde se aprecian restos de sangre en el suelo,EFE

Ahí, un juez le dictó prisión preventiva y fijó un plazo de 60 días para que Estados Unidos reúna la información para solicitar la extradición del narcotraficante.

La defensa tramitó dos amparos, uno contra la extradición inmediata y otro para evitar que Guzmán permanezca incomunicado

En tanto, su defensa tramitó dos amparos, uno con éxito contra la extradición inmediata y otro pendiente de resolución para evitar que Guzmán permanezca incomunicado. Asimismo, sus abogados pidieron que se le otorguen medicamentos necesarios tras someterse recientemente a una cirugía y por supuestamente padecer diversas enfermedades.

La detención de Ovidio sorprendió al ocurrir días antes de la visita a México del presidente estadounidense Joe Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador, negó cualquier relación entre los dos hechos.

Mantener al pueblo

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó que por instrucciones de López Obrador, y en conjunto con su gobierno y la Secretaría de la Defensa Nacional, se brindaría ayuda humanitaria a la comunidad de Jesús María, donde fue detenido Ovidio Guzmán.

Asimismo, Rocha Moya pidió a la población «que no tengan temores de nada». Curiosa petición para una gente que ha visto cómo atrapaban a un hombre cuyo destino era conocido por las fuerzas de seguridad desde hace tiempo.

Sinaloa es territorio bajo dominio del narcotráfico y en especial, controlado por familias como la del «Chapo» Guzmán. Dueños y señores en este territorio donde la ley cotidiana la imponen ellos, la captura de «El Ratón» se interpreta entre la gente como un regalo de bienvenida a Biden de López Obrador.

El presidente de México, pese a alzar la voz contra el narcotráfico mantiene, al menos es lo que muestran sus saludos a la madre del «Chapo», una relación que hasta podría parecer cordial con la familia que ahora parece haber caído, convenientemente, en desgracia.