Reino Unido promete venganza tras el ahorcamiento de un británico-iraní en Irán
La ejecución en Irán del británico-iraní Alireza Akbari, que ocupó el cargo de viceministro de Defensa de la República Islámica entre 1997-2005, es un «acto de barbarie» que «no quedará sin respuesta», declaró este sábado el ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly.
El gobierno británico «convocará al encargado de negocios iraní para transmitirle nuestro disgusto», añadió Cleverly. Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, denunció en Twitter una condena «despiadada y cobarde».
Las autoridades judiciales iraníes informaron de la condena a muerte del exviceministro el miércoles, aunque se desconoce cuándo fue sentenciado, por «espiar para el MI6» (servicios de inteligencia británicos) a cambio de «1.805.000 euros, 265.000 libras y 50.000 U.S. dólares», según el medio de comunicación semioficial Mehr.
«El régimen iraní no debe tener ninguna duda. Irán no debe seguir con su amenaza brutal de ejecuciones», subrayó Cleverly en Twitter.
«Diplomacia de los rehenes»
La República Islámica de Irán ha sido acusada de usar a presos con doble nacionalidad en especial, pero también de otros países, como medida de presión o para intercambio de prisioneros con otros países.
Esto ha sido denominado como la «diplomacia de los rehenes» de Irán por otros países y organizaciones de derechos humanos.
Akbari ocupó el cargo de viceministro de Defensa durante el mandato del expresidente reformista Mohamed Jatami (1997-2005) y fue detenido hace tres años.
El Ministerio de Inteligencia iraní ha descrito a Akbari «como uno de los casos más importantes de infiltración» de la seguridad del país persa.