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Un israelí con una máscara del primer ministro Benjamín Netanyahu protesta en Tel AvivAhmad Gharabli / AFP

Israel

Más de 70.000 israelíes se manifiestan contra la reforma judicial de Netanyahu

Israel no tiene Constitución escrita y el Poder Judicial es el único que puede controlar el Gobierno y proteger los derechos individuales de los ciudadanos

Decenas de miles de israelíes protestaron el sábado en Tel Aviv contra la coalición gobernante de Benjamin Netanyahu y su proyecto de reforma judicial, que a sus ojos amenaza la democracia.

Los manifestantes desafiaron la lluvia para protestar con pancartas con mensajes que denuncian un «gobierno de vergüenza» y llaman a «derribar al dictador», indicaron periodistas de Afp.

Medios israelíes reportaron que 80.000 personas estuvieron presentes, citando fuentes policiales, aunque las autoridades no dieron una cifra después de que horas antes informaron de 20.000 manifestantes en Tel Aviv.

Se trata de la mayor manifestación desde que Netanyahu volvió a ocupar la jefatura del gobierno el 29 de diciembre, tras haber sido desalojado del poder en 2021.

El nuevo gobierno, considerado como de «extrema derecha» de la historia del Estado hebreo, está formado por partidos de derecha, ultraderecha y ultraortodoxos judíos.

«La situación es preocupante y asusta», declaró la manifestante Aya Tal, de 22 años, quien trabaja en la industria de alta tecnología.

Quieren quitarnos nuestros derechos, tenemos que unirnosAya Tal

También hubo protestas en Jerusalén, donde unas mil personas se congregaron frente a la residencia del primer ministro; y en Haifa, en el norte.

Las manifestaciones fueron convocadas por la organización anticorrupción Banderas Negras, que pidió «salvar la democracia» en vigor en Israel desde su creación en 1948.

«Bibi (Netanyahu) no quiere una democracia, no necesitamos fascistas en la Knéset», se leía en una pancarta en Tel Aviv, en referencia al Parlamento israelí.

«Salvar la democracia»

Los partidos de centro, de izquierda y la alianza de partidos árabes Hadash Taal se sumaron a los llamamientos a manifestarse, en particular contra la reforma de la justicia presentada el 4 de enero por el gobierno de Netanyahu, quien está procesado en varios casos por presunta corrupción.

Los críticos de la reforma judicial sostienen que ésta otorgaría un control ilimitado al Poder Ejecutivo, en detrimento del Judicial

Israel no tiene Constitución escrita y el Poder Judicial es el único que puede controlar el Gobierno y proteger los derechos individuales.

A las protestas se sumaron también otros colectivos, como los opositores a la colonización israelí en Cisjordania y los movimientos de defensa de los derechos LGBTQ, preocupados por la presencia en el gobierno de ministros abiertamente homófobos.

Ayala Procaccia, exjueza de la Corte Suprema, dijo a la multitud que el público israelí «no aceptará (...) la destrucción de los valores básicos de nuestro sistema».

«Ha llegado el momento de derrocar al dictador», rezaban algunas. En otras se podía leer en hebreo y en árabe «No hay democracia con la ocupación», «Irán está aquí» o «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

Netanyahu es el primer jefe de gobierno israelí en ser imputado estando en el poder y niega los cargos de soborno, fraude y abuso de confianza que enfrenta.

El líder del derechista partido Likud fue separado del cargo en 2021 después de 12 años al frente de una variopinta coalición gobernante.

El líder de la oposición de centroizquierda, Merav Michaeli, fue uno de numerosos políticos en llegar a la manifestación de Tel Aviv, así como la exministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.

El exministro de Defensa Benny Gantz, ahora en la oposición, subió a Twitter un vídeo de su participación en la protesta. «Lucharemos en la Knéset, lucharemos en los medios, lucharemos en las calles», declaró Gantz a los manifestantes.