327 días de guerra en Ucrania
Un comandante del Grupo Wagner deserta y se ofrece a revelar los crímenes de guerra de los mercenarios
Andrei Medvedev escapó a Noruega y se ha mostrado dispuesto a colaborar con la justicia para aportar pruebas de ejecuciones cometidas por el Grupo Wagner
Andrei Medvedev, comandante del grupo de mercenarios rusos Wagner, veía que la situación en su unidad desplegada en el frente de Ucrania se estaba deteriorando desde hacía semanas.
327 días de guerra en Ucrania
Shoigú visita el frente ucraniano en un intento de contrarrestar la influencia del Grupo Wagner
Los muertos en el frente se acumulaban, para evitar pagar las indemnizaciones a las familias los declaraban desaparecidos y mandaban sus cadáveres a las autoridades de la República Popular de Donetsk, quienes se deshacían de los cuerpos.
Además, la llegada de presidiarios rusos reclutados por el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, a cambio de su libertad deterioró aún más la situación: «Dejaron de tratarnos como humanos. Nos lanzaron a luchar como carne de cañón».
La gota que colmó el vaso fue descubrir que le iban a prorrogar su contrato de 4 meses, firmado en julio de 2022, de forma indefinida. Entonces decidió huir.
Medvedev, de 26 años, logró desertar a Noruega el 12 de enero al cruzar la frontera en la zona del Ártico, junto a la localidad fronteriza de Nikel. Ahora pedirá asilo político en el país escandinavo, según declaró su abogado, Brynjulf Risnes, a Afp.
Era la tercera vez que intentaba huir, las dos veces anteriores trató de cruzar a Finlandia, aunque fracasó, según señaló la CNN.
Pero a la tercera va la vencida. En declaraciones a la ONG rusa Gulag que ayuda a escapar del régimen de Putin, Medvedev aseguró que llegar vivo a Noruega ha sido un milagro.
A su espalda, los agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) trataron de evitar la huida a tiros: «Escuché ladridos de perro, me di la vuelta y vi personas con linternas a unos 150 metros, que corrían en mi dirección», narró.
«Corrí, corrí y corrí sobre una superficie helada guiado por la luz de las casas a unos dos kilómetros de distancia, hasta llegar a la primera localidad al otro lado de la frontera y pedí ayuda».
«Me encontré con una mujer local y le expliqué en un inglés pobre mi situación y le pedí ayuda. Entonces llegó la policía fronteriza y me llevaron a una comisaría donde me interrogaron», explicó.
El exmercenario aseguró que está dispuesto a colaborar con la policía y ofrecer pruebas de los crímenes de guerra cometidos por mercenarios del Grupo Wagner: «Espero que mis testimonios sean clave para la investigación sobre Wagner».
Por el momento, ha sido trasladado a Oslo, informó Efe, donde se le ha alojado en un centro de infractores de leyes migratorias.
En su entrevista a Gulag, señaló que sirvió en el 7º destacamento de asalto del Grupo Wagner. Según Gulag, Medvédev ha sido testigo de ejecuciones extrajudiciales y otros crímenes.
La situación de Medvédev, exsoldado regular ruso y antiguo recluso que permaneció en prisión entre 2017 y 2018, se había vuelto insostenible tras negarse a extender su contrato: «Me negué a participar en las maniobras de Yevgeny Prigozhin y desde entonces empecé a temer por mi vida», declaró a Gulag.
Luego decidió escapar. Desde entonces, los servicios de seguridad de Wagner y el FSB empezaron a buscarlo. «Su vida estaba amenazada», declaró el director de Gulag, Vladimir Osechkin, a la CNN. «Tenía miedo de ser ejecutado de la misma manera que Yevgeny Nuzhin: con un mazo».
Yevgeny Nuzhin, un presidiario reclutado por Wagner, fue ejecutado con un golpe de mazo contra su cabeza por parte de los mercenarios acusado de deserción y de intentar escapar al enemigo.
Su ejecución se grabó y distribuyó para que sirviera de advertencia contra otros mercenarios que intentaran desertar.