Estados Unidos
Biden inicia el tercer año de su presidencia atrapado en su propia trampa
Un día como hoy, hace dos años, Joe Biden asumió la presidencia de los Estados Unidos con el reto de gobernar frente a la otra mitad del país que desconocía su elección. Ahora, inicia su tercer año en medio de un escándalo por estar en posesión de documentos clasificados similares a lo encontrados en la redada del FBI en la mansión de Donald Trump de Florida.
«La gente sabe que me tomo en serio los documentos clasificados y los materiales clasificados» fue la primera reacción del mandatario demócrata al revelarse que, al igual que su archienemigo Trump, él también estaría a las puertas de una investigación criminal por posesión ilegal de documentos federales que comprometen la seguridad nacional de los EE.UU.
Todo se va a aclarar, estoy seguroPresidente de los Estados Unidos
El descubrimiento de varias tandas de papeles clasificados de la época en la que fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) ha puesto al ahora presidente demócrata en una difícil coyuntura, que coincide con la recuperación por parte de los republicanos del control de la Cámara de Representantes.
Ante esta situación, los republicanos amenazan con lanzar toda la artillería pesada contra Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, el conservador Kevin McCarthy, ya se ha mostrado partidario de abrir una investigación legislativa.
De hecho, los republicanos se han quejado por lo que consideran que es el doble rasero de la Administración de Biden, ya que aseguran que el FBI y otras agencias federales han sido injustas con el expresidente Trump en el caso de los documentos clasificados encontrados en su mansión de Mar-A-Lago.
Los republicanos ya han dicho que van a intentar aprobar iniciativas legislativas para abordar retos urgentes como «la frontera sur abierta», las políticas energéticas o «el adoctrinamiento progre en los colegios», además de crear comisiones para investigar políticas de Biden y los negocios de su hijo Hunter Biden.
La recuperación pospandemia
Nada más llegar a la Casa Blanca, el 20 de enero de 2021, Biden se puso como prioridad la lucha contra la pandemia y sus efectos económicos.
Sobre este tema, la administración Biden se encargó de que las vacunas contra la COVID-19 estuvieran disponibles para todos los estadounidenses, aunque no pudo convencer a todos de aplicársela.
Por otra parte, Biden ha impulsado un paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares y otro de infraestructuras de 1,2 billones, que fueron aprobados por el Congreso, para contrarrestar la destrucción del tejido económico causado por la pandemia.
La alta inflación ha sido la mayor sombra en la gestión de Biden
Algunos economistas han apuntado que esos estímulos han sido la causa de la elevada inflación en EE.UU., aunque hay otros que argumentan que ha sido resultado de la pandemia, los problemas en la cadena de suministro y la guerra en Ucrania.
De hecho, la alta inflación ha sido la mayor sombra en la gestión de Biden e incluso llegó a batir en junio su récord de los últimos cuarenta años con una tasa interanual del 9,1 %, impulsada por los precios de la gasolina y los alimentos.
Las amenazas de Rusia y China
En el terreno internacional, el mandato de Biden se ha caracterizado por la vuelta a los aliados tradicionales de EE.UU., con quienes Donald Trump fue desafiante, ambiguo e incluso distante y prefirió expresar su admiración hacia el presidente ruso, Vladímir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un.
Tras una desastrosa retirada de Afganistán después de 20 años de guerra, el Gobierno de Biden se enfrenta ahora al gran reto de recuperar la credibilidad internacional de EE.UU. y apoyar a Ucrania frente a la invasión rusa, sin que soldados estadounidenses pisen el suelo ucraniano.
Todo parece indicar que la guerra en Europa y la competición con China marcará la política internacional de Biden de aquí a las elecciones presidenciales de 2024, en las que ya ha adelantado sus intenciones de presentarse, aunque todavía no lo ha hecho oficialmente.
Biden y América Latina
Sin embargo, no ha sido así. Washington ha perdido liderazgo e influencia en la región y hay una ausencia total de estrategia y política hacia la región en la Casa Blanca.
De acuerdo con el exvicepresidente de Colombia,
Francisco Santos, «el Departamento de Estado cada día pierde más poder, no tienen el conocimiento, la experiencia, la capacidad o influencia para tener impacto dentro del Gobierno de Biden».
«Lo que hoy es grave, pues, como nunca la presencia rusa, iraní y china está cambiando el balance geoestratégico de la región. Hoy China es más influyente que Estados Unidos en buena parte del continente» escribió Santos en un artículo publicado en Infobae.