Rusia instala baterías antiaéreas en los tejados de Moscú ante el temor a un ataque ucraniano

Rusia ha pasado de anunciar que conquistaría Kiev en unos pocos días tras el inicio de la invasión a Ucrania el 24 de febrero de 2022 a proteger los principales edificios administrativos de Moscú con baterías antiaéreas.

El Kremlin, que siempre aseguró que la guerra nunca llegaría a territorio ruso, teme ahora que los efectivos ataques quirúrgicos ucranianos contra instalaciones estratégicas de la red logística de su Ejército en Belgorod y otras localidades rusas, lleguen también a la capital.

Los asombrados habitantes de Moscú han sido testigos, y en redes sociales circulan varios vídeos y fotografías que lo ilustran, cómo se instalaban en los tejados del ministerio de Defensa y en otras estructuras clave de la administración rusa sistemas de misiles Pantsir, diseñados para interceptar aviones y misiles.

El Kremlin, como suele ser habitual, lo ha negado y ha atribuido la información a bulos de la prensa occidental.

Sin embargo, ni siquiera se ha molestado en disimular la instalación de los sistemas antimisiles, realizada a plena luz del día con enormes grúas.

Su ubicación en los tejados del ministerio de Defensa tampoco se ha disimulado, y cualquier viandante puede comprobar el movimiento de la enorme antena del sistema Pantsir, que, por otro lado, no es precisamente un vehículo discreto.

Según señaló The Guardian, la instalación de los Pantsir en los tejados de Moscú indica que el Kremlin tiene información de que Kiev estaría preparando un ataque contra la capital rusa. Pese a ello, el diario británico apunta a que dicho ataque es algo improbable.

Los primeros sistemas se instalaron un día antes de que se celebrara en la base aérea de Ramstein, en Alemania, la reunión de los aliados occidentales de Ucrania, donde se decidió un nuevo envío masivo de armamento a Ucrania.

Según han informado también algunos medios de comunicación rusos, el Kremlin también habría instalado sistemas de misiles de largo alcance S-400 en los alrededores de Moscú.

Según señalaron varios blogueros, la presencia de los S-400 y los Pantsir es una muestra del fracaso del alto mando militar ruso que, según valoraron, habrían perdido el control de la guerra y serían incapaces de evitar ataques ucranianos en el mismo territorio de la Federación Rusa.

Otros, como el periodista proguerra Alexander Kots, citado por The Guardian, señalan que es un acierto la toma de medidas preventivas pues «los ataques contra Moscú y las regiones rusas son solo cuestión de tiempo, y es bueno comenzar a planificar con anticipación en lugar de esperar a que se produzcan los primeros ataques».