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La ministra alemana de Exteriores Annalena BaerbockAFP

333 días de guerra en Ucrania

Alemania cede y permitirá que Polonia mande sus tanques Leopard a Ucrania

La ministra alemana de Exteriores afirmó que no pondrá obstáculos a la entrega de tanques alemanes por parte de Polonia a Kiev

Alemania ha dado su brazo a torcer y permitirá que Polonia envíe sus tanques Leopard 2 a Ucrania.

La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, señaló durante una entrevista a la televisión francesa LCI que si las autoridades polacas solicitan autorización a Berlín para ceder algunos de sus tanques de fabricación alemana a Kiev, el gobierno alemán «no se opondrá».

Baerbock, además, insistió en que, a pesar de las presiones recibidas desde Varsovia para que Alemania acepte ceder tanques Leopard al Ejército ucraniano, todavía «no nos han preguntado».

«Si ocurriese, nosotros no nos opondríamos», aclaró a la vez que justificaba las reticencias alemanas a ceder tanques a Ucrania con el argumento de que «hay reglas de control».

La ministra alemana aseguró que Berlín es consciente de «hasta qué punto esos tanques son importantes, por eso estamos en fase de consultas con nuestros aliados y socios».

La declaración de la responsable de la diplomacia alemana se produce cuando en París se celebraba una cumbre entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, ambos mandatarios esquivaron la cuestión de los Leopard y aseguraron que seguirán apoyando militarmente a Ucrania pero siguiendo el criterio de evitar provocar una nueva escalada en la guerra.

La negativa de Alemania a ceder sus tanques Leopard causó indignación entre las autoridades ucranianas y sus aliados.

El gobierno ucraniano, por medio de su viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andriy Melnyk, reconoció que la indecisión de Alemania ha causado frustración y decepción en el ejecutivo ucraniano.

Alemania rechazó las presiones de sus aliados en el Grupo de Contacto para Ucrania, celebrado en la base militar estadounidense de Ramstein, Alemania, y afirmó que debía estudiar la disponibilidad de sus tanques antes de autorizar cualquier envío.

Reino Unido respondió autorizando el envío de sus tanques Challenger 2. Mientras tanto, Berlín elevó la apuesta y condicionó el envío de sus Leopard a que Estados Unidos enviara sus Abrams.

Washington, contestó que no tiene sentido enviar Abrams al Ejército ucraniano ya que su mantenimiento implica un infierno logístico, mientras que los Leopard y los Challenger se adaptan mucho mejor a las necesidades de los ucranianos. Berlín se retractó en un nuevo giro de timón y negó que hubiera planteado esa condición de forma oficial.

Mientras tanto, los aliados aumentaban su presión: Países Bajos anunció que enviaría sus cazas de fabricación estadounidense F-16 si Ucrania lo demandaba. Washington dio su visto bueno.

A su vez, Polonia declaró que enviaría igualmente sus tanques Leopard a Kiev aunque no contara con el visto bueno alemán. Berlín reconoció que, aunque el visto bueno alemán fuera imprescindible, no podía evitar que Varsovia enviara sus tanques a Ucrania.

«No hay alternativa» a los tanques Leopard, advirtió Zelenski. «Es necesario para detener la agresión rusa, ayudar a Ucrania y restaurar la paz en Ucrania rápidamente. Alemania, como líder del poder europeo, tiene una responsabilidad especial en ese sentido», señalaron en un comunicado conjunto los ministros de Exteriores de Letonia, Estonia y Lituania.

Finalmente, Berlín ha sucumbido a las presiones y, aunque de momento no enviará sus unidades Leopard, no pondrá obstáculos para que terceros países manden los suyos.