El desertor del grupo Wagner, detenido en Noruega por violar el protocolo de refugiados

Se supone que llegó a pie, que tuvo que sortear el fuego amigo de sus excompañeros y superar las vicisitudes de la geografía y las inclemencias del tiempo. Lo hizo, según dijo, para poder escapar de una guerra que quería olvidar y, al mismo tiempo, denunciar. El exmercenario del grupo Wagner, Andrei Medvedev, fue recibido en Noruega como un refugiado especial, pero debía cumplir las normas de seguridad. No lo hizo y le han detenido.

Su abogado confirmó que su arresto se produjo por cometer «infracciones a las reglas de seguridad» que le impusieron, aunque no preciso cuáles de todas ellas.

Andrei Medvedev, de 26 años, dijo que cruzó la frontera entre Rusia y Noruega, en la región del Gran Norte, en el Ártico, la noche del 12 al 13 de enero y pidió refugio político. Los trámites estaban en marcha y él, colaborador, afirmó estar dispuesto a contar todo lo que sabe, lo que hizo y lo que hicieron sus compañeros del grupo Wagner. Incluso, testificar ante «las personas que investigan los crímenes de guerra», afirmó su abogado, Brynjulf Risnes.

Desde su llegada a Noruega fue interrogado en un lugar secreto por la Policía, ya que es un testigo que puede aportar informaciones potencialmente útiles para esclarecer las acusaciones de abusos cometidos por el grupo paramilitar.

Las autoridades informaron que el combatiente del Grupo Wagner sería trasladado a un campamento para refugiados, indicó Jon Andreas Johansen, un funcionario policial encargado de temas migratorios, en un correo a la agencia Afp.

Su abogado explicó que a su cliente «le parece que (las normas de seguridad) son excesivas y no tienen razón de ser». «Es normal -añadió- que haya muchas normas y que le parezca difícil cumplirlas» pero «no está acusado de nada», precisó.

Hay varios interrogantes sobre Medvedev que levantan ciertas sospechas o dudas de su historia. Entre otras , su trayectoria y las circunstancias de su huida. Varios expertos insisten que no puede haber cruzado sin ninguna ayuda el paso que mencionó porque está bajo fuerte vigilancia.

Medvedev asegura que cruzó irregularmente a pie el río Pasvik, que está congelado, y que marca la frontera, acechado por las balas de agentes rusos y perseguido por perros. Todo es posible, pero resulta poco probable.