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Imagen aérea de la central nuclear de Zaporiyia, Ucrania, ocupada por tropas rusasAFP

333 días de guerra en Ucrania

Rusia acusa a Ucrania de almacenar armamento de Occidente en centrales nucleares

El Servicio de Inteligencia Exterior ruso asegura que Kiev usa la central de Rivne para guardar los lanzacohetes Himars

Rusia acusa al régimen de Kiev de almacenar armamento suministrado por Occidente, en particular los lanzacohetes Himars, en centrales nucleares, según ha publicado la agencia de noticias rusas Tass, citando al Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR). Además, desde el SVR aseguran que la última semana de diciembre se realizó un envío de armas a la central de Rivne.

En el comunicado señalan que las Fuerzas Armadas rusas, «conscientes del peligro de un desastre nuclear, no atacarán estas instalaciones». Pero que, «si ocurre una detonación en alguna planta por culpa de otro misil de defensa aérea ucraniano extraviado», puntualizan, que son conscientes de que se culpará a Rusia.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en relación con la publicación del informe, resaltó la importancia de mantener el diálogo con el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). Sin embargo, puntualizó que no existen, actualmente, «planes para una reunión entre el jefe de la OIEA y Putin».

Por su parte, Ucrania acusa a Rusia de almacenar armamento en otra centra nuclear, la de Zaporiyia, considerada como la más grande de Europa y que se encuentra bajo el control del Ejército del Kremlin.

Las centrales nucleares han sido un foco de gran preocupación durante la invasión rusa de Ucrania. El fantasma de un nuevo desastre como el de Chernóbil ha sobrevolado durante todo el conflicto. El bombardeo de la central nuclear de Zaporiyia puso al mundo entero en alerta.

Rusia advierte de una escalada

El suministro de armas a Ucrania desde Occidente es, para Rusia, una grave ofensa. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado que ya no se trata de una «guerra híbrida», sino que es «una guerra real entre Occidente y Rusia».

Lavrov reprochó a Kiev que haya adoptado leyes que prohíben la educación en ruso, los medios de comunicación en ruso, ahondando en la «rusofobia».