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El Alto Representante Europeo de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell

El Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep BorrellEFE

Los iraníes se rebelan contra Borrell por no meter en la lista de grupos terroristas a la Guardia Revolucionaria

Denuncian que las sanciones aprobadas por la Unión Europea no han servido para frenar la represión en la República Islámica

Josep Borrell se ha convertido en el foco de la ira de los iraníes, que llevan meses manifestándose en contra del régimen de los ayatolás, tras la decisión de no incluir a la Guardia Revolucionaria iraní (CRGI) dentro de la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea (UE).

Detenciones ilegales, violencia, desapariciones o sentencias a muerte es a lo que se enfrentan aquellos que se pronuncien en contra del Gobierno de la República Islámica, todo bajo el brazo ejecutor de este Ejército paralelo, cuya principal misión es defender a Irán de cualquier amenaza ya sea interna o externa.

Los iraníes se echaron a las calles el pasado mes de septiembre para protestar por el asesinato de una joven kurda, Mahsa Amini, a manos de la Policía de la Moral, por llevar, supuestamente, mal colocado el velo. Desde entonces, no han abandonado su lucha y siguen desafiando al régimen de los ayatolás, cinco meses después, al grito de «¡Libertad!» o «¡Muerte al dictador!».

Desde Irán han pedido, en múltiples ocasiones, mayor implicación de la comunidad internacional. Pero, las medidas tomadas desde la UE han provocado una ola de indignación en las redes sociales. En un primer momento, se barajó la posibilidad de incluir a la Guardia Revolucionaria iraní dentro de la lista organizaciones terroristas.

El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, explicó que para que esto ocurriese era necesario un «fallo judicial». A su llegada al Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión, Borrell intentó explicar la decisión, resaltando que para que la Guardia Revolucionaria iraní sea considerada como terrorista a nivel comunitario, primero tiene que ser designada como tal en algún país de la UE.

Estas declaraciones han provocado el enfado de los iraníes, que se han echado a las redes sociales para demostrar su decepción con Europa. Bajo la etiqueta #BorrellSupportsTerrorists –Borrell apoya a los terroristas–, exigen que la UE declare a esta rama de las Fuerzas Armadas como grupo terrorista, mientras muestran imágenes y vídeos de las atrocidades cometidas por los miembros de la Guardia.

Denuncian que las sanciones emitidas hasta ahora no han servido para nada y que la represión y la violencia continúan. Este lunes, la Unión dio luz verde a la cuarta ronda de sanciones contra personalidades cercanas al régimen de los ayatolás, como el ministro iraní de Deporte y Juventud, gobernadores locales, algunos de ellos con pasado en las fuerzas locales de la Guardia Revolucionaria, así como parlamentarios, entre otros.

La República Islámica ya advirtió a la UE de que habría «consecuencias negativas» si incluía a la Guardia Revolucionaria dentro de la lista de organizaciones terroristas. Los iraníes acusan a la institución europea de acceder al chantaje del régimen de los ayatolás.

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