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La policía forense alemana en la estación de Brokstedt tras el atentado yihadistaAFP

Terrorismo islamista

Lobos solitarios y fundamentalistas: los principales ataques yihadistas en Europa

Las organizaciones policiales de todo el mundo aumentan su cooperación para prevenir ataques yihadistas como los ocurridos en Algeciras y Alemania durante la jornada del miércoles

Los atentados yihadistas con cuchillos y machetes en Algeciras y en Alemania (en un tren con destino Hamburgo) han disparado los temores a nuevos ataques de lobos solitarios islamistas en Europa.

Desde el año 2014, alrededor de 60 atentados yihadistas han arrasado con la vida de más de 300 personas en Europa occidental.

Los países más afectados son aquellos que cuentan con un gran porcentaje de población musulmana con relación a la población total y los que poseen una población descendiente de sucesivas generaciones de inmigrantes provenientes de África, Oriente Próximo o el sur de Asia.

Estos factores colocan a Francia en el primer puesto del ranking, por ser el país víctima de algunos de los atentados yihadistas más sonados en el mundo.

La noche del 13 de noviembre de 2015 se produjeron varios ataques terroristas en la capital francesa. Concretamente en el barrio de Saint-Denis, donde se celebraba un amistoso Francia-Alemania en el Estadio de Francia.

Tres explosiones en los alrededores del estadio y sucesivos tiroteos en bares, restaurantes y en el famoso teatro Bataclán terminaron con la vida de 137 personas y más de 400 resultaron heridas. Siete de los terroristas se inmolaron durante los ataques y los otros dos fueron abatidos por la policía.

El 26 de julio del siguiente año, el sacerdote Jacques Hamel de 85 años fue asesinado con un cuchillo por dos yihadistas en la iglesia de San Estaban en Saint-Étienne-du-Rouvray –población francesa cercana a Rouen– mientras celebraba Misa.

Tan solo tres años después del asesinato de Hamel, el 29 de octubre de 2020, se llevó a cabo el segundo homicidio en una iglesia en Francia.

En esta ocasión, el agresor entró en la iglesia de Notre Dame en la ciudad mediterránea de Niza y mató con arma blanca a tres personas que se encontraban dentro.

Pero Francia no ha sido el único país sacudido por este tipo de atentados. El 17 de julio de 2017, un yihadista que conducía una furgoneta atropelló a numerosos transeúntes en el centro de Barcelona, de los cuales 16 murieron y otros 131 resultaron heridos.

Según un informe de la Europol –Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial–, en 2021 se produjeron 11 atentados yihadistas en países de la Unión Europea, entre los que se encuentran Francia, Dinamarca, Alemania, Hungría, Suecia y España.

El 6 de noviembre de ese mismo años, la ciudad alemana de Núremberg fue testigo de otro atentado yihadista en el que un terrorista de nacionalidad siria hirió de gravedad a cinco pasajeros de un tren.

Estos atentados yihadistas fueron ejecutados por individuos –varones– que actuaban solos y no eran nativos de los países contra los que atentaros.

A pesar de todos estos atentados, los grupos antiterroristas europeos han conseguido disuadir numerosos ataques o intentos de ataque contra la población en los últimos años.

La Interpol –Organización Internacional de Policía Criminal– admite que los datos biométricos son cada vez más importantes para identificar a los combatientes terroristas extranjeros y evitar que crucen fronteras.

Esta organización es crucial tanto para facilitar el intercambio de información policial entre los organismos policiales de todo el mundo como para ayudar a los países a prevenirse de este tipo de atentados y prepararse ante su posible comisión.