341 días de guerra en Ucrania
Rusia pone precio a la cabeza de los tanques Leopard 2 y M1 Abram
Empresas y gobernadores ofrecen hasta cinco millones de rublos por el derribo y entrega de los carros de combate occidentales
Volodimir Zelenski, prácticamente desde el primer día, suplicaba y exigía (no necesariamente por ese orden) a los aliados, refuerzos de armamento. El presidente de Ucrania insistía los últimos meses en la necesidad de recibir carros de combate para poder hacer frente a las tropas rusas.
Ha costado enormes esfuerzos y el respaldo indispensable de Estados Unidos, pero lo ha logrado y finalmente, hasta Alemania ha dado su brazo a torcer y los Leopard 2, los Challenger II británicos y los M1 Abram estadounidenses tienen nuevo destino: Ucrania.
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La reacción de Vladimir Putin era previsible, advirtió que habrá consecuencias graves, sacó de las reservas los misiles hipersónicos Tsirkon y los suyos rescataron del baúl de las amenazas, el fantasma de una Tercera Guerra Mundial. Posible, pero improbable a ojos de Occidente, la OTAN mide al milímetro sus movimientos para evitar que salte una chispa que convierta en realidad la profecía autocumplida del polvorín ruso.
En Siberia el gobernador de la región de Zabaikalsky, Alexander Osipov, prometió una recompensa de hasta tres millones de rublos, unos 41.000 euros para el que lograse capturar un Leopard 2. El premio por un Abrams, la joya de Estados Unidos que tardará más de un año antes de rodar por el terreno de guerra, se cotiza, al cambio, apenas a unos 20.000 euros, según publica The Moscow Times.
Unos por la causa de la conquista de Ucrania y otros por dinero, se suceden las iniciativas rusas para estimular la lucha y captura de armamento del enemigo creado por Putin.
La fiebre de las recompensas
Los batallones de voluntarios regionales rusos se sumaron a la fiebre de las recompensas. Pruebas de la destrucción de armamento pesado, de un tanque, término que molesta a los militares, pero que los civiles entienden a la primera o el derribo de un avión, se ofrecen a pagarlos por 300.000 rublos, menos de 4.100 euros.
Poco jugosa la oferta para algunas empresas genuflexas al Kremlin, una de estas ha decidido subir la cotización a cinco millones. Se trata de la firma Fores, con sede en Ekaterimburgo. «La decisión de transferir tanques occidentales a Kiev indica que la OTAN ya no proporciona a Ucrania únicamente armas defensivas y significativas.» Por lo tanto, «necesitamos consolidar y apoyar a nuestro Ejército», difundió en un comunicado que reproduce The Moscow Times.
Traslado y adiestramiento
En rigor, la zanahoria del dinero para la captura de carros de combate llega con demasiado tiempo de antelación. Buena parte de los Leopard, al menos los que hay en España, necesitan una «puesta a punto», como reconoció la ministra de Defensa, Margarita Robles. Además, con capacidad para cuatro personas, la tripulación debe ser adiestrada para el correcto manejo de estas orugas gigantes.
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A este imperativo hay que añadir el transporte. No son pocos los problemas logísticos para hacer llegar todas las unidades comprometidas. Hasta el momento hay 73 confirmadas y 175 pendientes de garantizar. España, pese a la oposición del sector de Unidas Podemos del Gobierno, figura en el primer puesto de entregas de Leopard con 53, pero de acuerdo a las declaraciones de Robles difícil pensar que -si se confirma esa cifra- pueda llegar una primera tanda antes de mayo.
En cuanto a los M1 Abrams, made in USA, Joe Biden se comprometió a enviar 31. En este caso, la fecha de entrega será mucho más larga (2024) ya que estos blindados están fabricados con una aleación de uranio empobrecido y Washington va a despojarlos de este blindaje que los hace invencibles.
El motivo es evitar que Rusia pueda acceder al material y descifrar su composición. Eso explica que les vaya a quitar el escudo de hierro con tal de mantener en secreto su fórmula.
De cualquier modo, la empresa Fores está dispuesta a pagar, sino su peso en oro, un buen puñado de dólares por unidad.