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El portavoz del Kremlin, Dmitry PeskovAFP

342 días de guerra en Ucrania

El Kremlin asegura que la entrega de misiles de largo alcance no detendrá la guerra en Ucrania

Rusia advierte de una escalada en el conflicto y que la entrega de armamento por parte de Occidente solo les supone «esfuerzos adicionales»

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado que un posible suministro de misiles de mayor alcance a Ucrania, por parte de Estados Unidos, no cambiará el curso de la «operación militar especial», pero que provocará un escalada en el conflicto.

«Sí, esta es una forma directa de aumentar las tensiones, de aumentar el nivel de escalada, podemos verlo. Nos exige esfuerzos adicionales. Pero una vez más: esto no cambiará el curso de los acontecimientos. La operación militar especial continuará», subrayó. El portavoz del Kremlin señaló que el objetivo clave para Rusia ahora es continuar la operación militar especial y lo principal es «cumplir las tareas que ha trazado el jefe de Estado».

A la pregunta de si Moscú estaba considerando la posibilidad de entablar negociaciones con Washington al más alto nivel, en lugar de con Kiev, en el contexto de la guerra en Ucrania, Peskov respondió: «Todavía no hay planes para mantener conversaciones entre Putin y Biden». Ucrania ha exigido misiles de alta precisión de más de 100 kilómetros de alcance para destruir las líneas de suministro y los depósitos de municiones de Rusia.

La retórica entre Moscú y Washington ha ido en aumento en la última semana. El envío de carros de combate por parte de los aliados a Ucrania ha provocado la respuesta del Kremlin en forma de bombardeos, así como la advertencia de que «habrá consecuencias».

Asimismo, ayer tanto Rusia como Estados Unidos se acusaban de incumplir el pacto nuclear, firmado en 2010 por los entonces presidentes estadounidense y ruso, Barack Obama y Dmitri Medvédev. Este acuerdo limita el número de ojivas nucleares de largo alcance que cada país puede tener desplegadas a 1.550.

Además, tanto Estados Unidos como Rusia pueden llevar a cabo hasta 18 inspecciones al año de los arsenales nucleares del otro sin dar apenas tiempo al país receptor para prepararse. Ambos países se acusan de no permitir dichas inspecciones en sus territorios.

El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, denunció anoche que la situación creada en torno a este importante tratado «es un resultado directo de la guerra híbrida desatada por Occidente en contra de nuestro país».

Mientras que desde Washington denuncian que la negativa rusa a las inspecciones «amenaza» la capacidad de Estados Unidos para ejercer algunos de los derechos de control de armamentos.